● Para alcanzar el objetivo de neutralidad climática para 2050, la Unión Europea ha fijado el requisito de que todo aquel que quiera vender o alquilar su vivienda deberá contar, al menos, con la certificación energética con la letra D a partir de 2033.
● País Vasco, Canarias, Cataluña y Cantabria son las comunidades autónomas donde entre el 87,4% y el 93,7% de las viviendas necesitarán reformas energéticas para alcanzar dicha certificación.
● Soria es la provincia con mejor certificación energética de España aunque tan solo posee un 30% de viviendas con certificaciones A, B, C o D.
Con el fin de alcanzar el objetivo de neutralidad climática para 2050, la Unión Europea ha fijado el requisito de que todo aquel que quiera vender o alquilar su vivienda deberá contar, al menos, con la certificación energética con la letra D a partir de 2033. Para evaluar la situación real del estado de las viviendas en nuestro país en función de su eficiencia energética a diez años vista, Masteos, empresa especializada en el asesoramiento personalizado para la compra de vivienda para alquilar llave en mano, ha realizado un análisis que revela que el 84,9% de las viviendas en España no podrán venderse ni alquilarse a partir de 2033, de no realizar los propietarios las reformas necesarias para mejorar la eficiencia energética de sus inmuebles.
Y es que gracias al análisis realizado por la compañía en colaboración con The Fringe Labs, empresa especializada en la inteligencia de datos del sector inmobiliario, se observa que actualmente en España solo el 5,5% de las viviendas tienen un certificado energético óptimo, es decir A, B o C y que sólo un 9,6% tiene la certificación D. Una situación que, en la actualidad, supondría que solo el 15,1% de las viviendas podrían ser vendidas y/o alquiladas en 2033 según su estado actual.
Casi 7 de cada 10 viviendas en España tiene más de 23 años de antigüedad
Según datos del Catastro, en España hay aproximadamente 68,5 millones de viviendas. Por tanto, se puede afirmar que, al menos unos 58 millones necesitarán una reforma para mejorar su eficiencia energética si quieren ponerse a la venta o alquilarse a partir de 2033.
Por año de construcción, según la información facilitada por el Catastro, se puede apreciar que más del 67,6% de las viviendas tienen una antigüedad superior a 23 años y más del 36,2% tienen más de 43 años, de modo que es acuciante una actualización de una gran parte del mercado inmobiliario nacional.
La información extraída por Masteos y TFL también ofrece datos por comunidades autónomas. Aunque no existen grandes diferencias entre ellas, el País Vasco, con un 93,7% de las viviendas que necesitan ser rehabilitadas, es la región de España que sale peor parada en relación a los certificados energéticos de su parque de viviendas. En definitiva, solo el 6,3% de las viviendas de esa comunidad autónoma tienen actualmente una certificación energética que permitiría vender o alquilar las mismas en 2033.
Le siguen Canarias, Cataluña y Cantabria con un 90%, 88,5% y 87,4%, respectivamente. En el otro extremo se sitúa Madrid en la que el 78,2% de las viviendas necesitan ser rehabilitadas para obtener al menos la certificación energética D.
Andalucía, la comunidad autónoma con el parque de viviendas más moderno
Si se analizan los años de construcción de las viviendas por comunidades autónomas, se observa que al igual que con los certificados energéticos, el País Vasco es la región que tiene el parque de viviendas más antiguo, teniendo más del 50,5% del conjunto con una antigüedad de más de 43 años y más de un 73,4% de las mismas con más de 23 años. Le sigue Aragón, en donde un 73,3% de las viviendas tienen más de 23 años y un 45.6% del parque tiene una antigüedad de más de 43 años.
En el otro lado de la balanza, la comunidad autónoma con un parque de viviendas más moderno es Andalucía, en la que solo el 28,3% de las viviendas tiene más de 43 años y el 63,2% de las viviendas tiene más de 23 años.
Soria, la provincia con mejor certificación energética
Las tres provincias del País Vasco: Vizcaya, Guipúzcoa y Álava con un 94,6%, 91% y 90,6%, respectivamente, están entre las que tienen peores resultados de sus certificados energéticos, es decir, cuentan en la actualidad con certificaciones E, F o G. Le siguen en este ranking las dos provincias Canarias, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, que tienen un parque de vivienda donde más del 90% posee certificados energéticos E, F o G. En concreto, 90,1% (Las Palmas) y 90,03% (Santa Cruz de Tenerife).
En el lado opuesto, la provincia de Soria es la mejor posicionada, ya que frente al 5,4% de Vizcaya, el 30% de sus viviendas cuentan con certificación A, B, C o D.
Alicante, la provincia con uno de los parques de viviendas más modernos, pero con certificaciones energéticas mejorables
Por antigüedad Vizcaya y Teruel son las que tienen un parque de viviendas más obsoleto, con un 56,2 % de las viviendas con más de 40 años y un 76% de más de 20 años.
Mientras las provincias del arco mediterráneo con un potente mercado de segunda residencia (Almería, Málaga, Cádiz o Alicante), son las que tienen el parque de viviendas más actualizado, en gran medida gracias al boom turístico.
Cabe destacar Alicante que, aunque tiene uno de los parques de vivienda más modernos de España, está en el puesto 7 del ranking de las que tienen peores certificaciones energéticas, con solo un 11,1% de viviendas con certificado entre A y D y un 88,9% de viviendas que necesitará ser reformada para ser vendida en 2033.
Para Beatriz Toribio, directora general adjunta de Masteos en España, “tenemos un importante reto por delante de cara a adaptarnos a esta normativa europea. El porcentaje de viviendas que necesitan mejoras o reformas para poder ser vendidas o alquiladas es muy alto, pero a la vez es una oportunidad para modernizar y hacer más sostenible nuestro parque de vivienda, en especial del alquiler. Las ayudas autonómicas, estatales y europeas serán claves para alcanzar este objetivo sin reducir la oferta”.
Toribio añade, “los propietarios particulares tienen que conocer y concienciarse sobre la neutralidad climática que nos marca la UE. Porque, además, cada vez será menos evidente alquilar una vivienda sin unos estándares de calidad y sostenibilidad, no solo por las nuevas regulaciones, sino también por una demanda cada vez más exigente en este sentido”.
Metodología
Para llevar a cabo este estudio, Masteos y The Fringe Labs/TFL, han analizado los datos de viviendas de la antigüedad de las viviendas y el año de reforma de las mismas en caso de existir. Se han tomado la mayor de las fechas entre ambos datos.
Por otro lado se han obtenido los datos de los certificados energéticos publicados por el Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico, en el Geoportal de Edificios Eficiente, tomando los valores reales y no estimados.