Madrid. Tras darse a conocer la pasada semana los Presupuestos Generales de 2013, las consecuencias de los recortes en las distintas partidas no se han hecho esperar. En el caso particular del área de medio ambiente el tijeretazo ha sido importante, con una reducción de un 18,3% respecto a los del 2012 de acuerdo con lo previsto por el Ejecutivo.
El problema es que ya no se trata simplemente del año 2012 puesto que de acuerdo con los datos presentados por el informe de la Sociedad Española de Ornitología en los últimos cinco años los programas de medio ambiente se han reducido en un 68,5%, una cifra desde luego alarmante.
A este respecto, la directora ejecutiva de la Sociedad Española de Ornitología ha afirmado que “los presupuestos se han quedado en un 31,4% de las cantidades que había hace cinco años. Es una barbaridad”.
Pérdidas año tras año
Con la desaparición del Ministerio de Medio Ambiente como tal y su integración en el de Agricultura añadido a la llegada de la crisis las pérdidas se han hecho notar fácilmente, especialmente en las inversiones. Así, todas las áreas de la secretaría de Estado de Medio Ambiente se han resentido, registrando reducciones que van del 7% al 27% el año que viene. El problema es que ningún área se libra: los planes de reforma del medio ambiente tales como la contaminación atmosférica se han reducido en un 76%, los de defensa de las costas un 75% y la calidad de las aguas un 70% entre otros.
Miguel Arias Cañete, actual Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ya adelantó hace unas semanas cómo el presupuesto total de su departamento se preveía que sufriera recortes del 30% el año que viene, el mismo porcentaje en el que ya fue reducido este año. Desde su punto de vista lo esencial en este tipo de situaciones es “mantener las políticas absolutamente esenciales, necesarias e imprescindibles, quitando lo superfluo”.
Los parques nacionales serán los más perjudicados
Una de las partidas presupuestarias que va a sufrir mayor reducción será la relacionada con los Parques Nacionales, cuyo presupuesto se situará en los 39 millones de euros, lo que implica un descenso del 41,2% respecto a este año.
Igualmente se eliminarán las ayudas o inversiones en las áreas de influencia territorial de los parques nacionales, una noticia que no ha sido muy bien recibida debido a que posiblemente afecte de forma negativa a la aceptación popular de ese tipo de espacios.
La reducción de las partidas para mejorar la calidad del agua en un 20% ha sido otra de las medidas más criticadas debido principalmente al historial del país a este respecto, con expedientes abiertos por no depurar sus aguas y no llevar a cabo una adecuada planificación hidrológica.
Afortunadamente lo que parece que sí se ha salvado por el momento han sido los presupuestos para la extinción de incendios a pesar de que el Gobierno también ha encontrado cierta oposición en esta área debido a que las organizaciones opinan que lo esencial es mejorar las medidas de prevención.