Bruselas. El Banco Central Europeo (BCE), presidido por Mario Draghi, ha emitido un dictamen sobre el decreto ley aprobado el pasado 3 de febrero, en relación a las provisiones que deben efectuar las entidades financieras españolas para cubrir eventuales pérdidas de sus activos inmobiliarios. Y lo hace celebrando, en general estas medidas, ya que “fortalecen la capacidad de resistencia del sector bancario español en la coyuntura actual y al mismo tiempo limitan el ámbito de intervención pública”.
No obstante, el BCE desea hacer dos observaciones.
En primer lugar, en la situación actual del mercado inmobiliario español, “caracterizada por una actividad muy baja o incluso inexistente en algunos segmentos, resulta adecuado aplicar el mismo tratamiento para la valoración de las propiedades inmobiliarias en todo el mercado, con el fin de asegurar la simplicidad y transparencia en las valoraciones. Sin embargo, una vez que el mercado recupere su actividad, se deberían aplicar valores de mercado para la valoración de activos y garantías inmobiliarios”, recoge el dictamen.
En segundo lugar, las nuevas medidas se aplican a los activos clasificados a finales de diciembre de 2011 y deben ser cumplidas por los bancos antes del final de 2012 y, en el caso de las entidades de crédito que lleven a cabo procesos de integración, en 2013. Al respecto, el BCE recomienda que “se faciliten indicaciones adicionales, para evitar ambigüedades, sobre cómo deben hacerse las provisiones y excesos adicionales de capital para los activos clasificados que puedan recuperarse o venderse en 2012 o en el ejercicio siguiente, en caso de que las medidas se prorroguen”.