Durante los primeros 7 meses de funcionamiento, el Servicio municipal de Convivencia y Turismo, para comunidades vecinales con viviendas de uso turístico legales ha actuado en la resolución de 238 conflictos vecinales y ha llegado además de 300 comunidades de vecinos con apartamentos turísticos legales.
Las 238 actuaciones se distribuyen entre asesoramientos (187) y mediaciones (51) para resolver conflictos de convivencia a comunidades con Viviendas de Uso Turístico legales en aspectos como el ruido, el incivismo, los horarios de entrada y salida de visitantes, el uso de espacios comunitarios, la limpieza de la escala o los carteles y señalizaciones adecuadas de los apartamentos turísticos, entre otros.
El teniente de alcaldía de Economía, Trabajo, Competitividad y Hacienda, Jaume Collboni, ha destacado el éxito de este servicio de gestión del turismo, que «pretende desconflictivizar la convivencia y ha llegado además de 300 comunidades de vecinos, y que se orienta al bien superior que es garantizar la calidad de vida de vecinos y vecinas».
En total, este servicio ha realizado 372 actuaciones, de las cuales estas 238 han acabado con resolución por asesoramiento o mediación. El resto, o bien siguen abiertas y en gestión actualmente (89), o bien se han cerrado por disentimiento o derivación hacia otros servicios (45). Las derivadas lo son a los servicios municipales de inspección o Técnicos de convivencia del distrito.
Como vía de entrada, la mayoría de los casos, un 68%, entran al servicio por llamadas de queja a la Guardia Urbana, o bien por petición propia de los usuarios vía telefónica (27%) o correo electrónico (3%).
Las problemáticas detectadas en el servicio han estado problemas de ruido para andar, mover maletas o mobiliario; o celebrar fiestas, dañar o hacer daño uso de las zonas comunes, incidentes causados por alcohol o drogas, peleas o discusiones, suciedad, carencia de respuesta del gestor del apartamento o errores al pulsar el interfono.
En este sentido, los acuerdos logrados van desde la instalación de sonómetros a contratar un agente nocturno o señalizar la puerta para no inducir a errores.
El objetivo principal de este servicio es reducir el nivel de conflictividad social en el ámbito de los pisos turísticos y mejorar la calidad de vida y la convivencia a las comunidades de vecinos y vecinas con apartamentos turísticos legales, promoviendo la resolución de los conflictos y la convivencia en las comunidades, y entre vecindario, propietarios de apartamentos turísticos y visitantes.
El proyecto se inició en enero de 2019 con un equipo inicial de 4 personas, que acuden a las fincas donde se hayan registrado denuncias e interactúan con los vecinos y vecinas con aperos de mediación y facilitación. Se trabaja en toda la ciudad, priorizando aquellos distritos que registran un volumen más elevado de pisos y también de quejas, sin perjuicio de las actuaciones administrativas que correspondan.
En Barcelona hay 9.657 apartamentos turísticos legales que ofrecen 58.911 plazas de alojamiento, que están compartiendo espacios a la ciudad con vecinos y vecinas con fines y funciones muy diferentes, y que pueden ser fuente de potenciales conflictos.
Anualmente se registran cerca de 2.000 incidentes anuales a los servicios de atención a la ciudadanía que se han clasificado como motivados por las viviendas de uso turístico.
Las viviendas de uso turístico legales complementan la oferta de alojamientos turísticos de la ciudad y cumplen una función en el marco del destino turístico y desde el Ayuntamiento se quiere velar por el servicio que prestan a los visitantes y el retorno de los beneficios a la ciudad.