Ciudad Real. Del montaje financiero-inmobiliario que se iba a desarrollar en Ciudad Real no va a quedar nada. Caja Castilla-La Mancha, principal fuente de financiación tanto del aeropuerto como del megaproyecto del Reino de Don Quijote, tuvo que ser intervenida por el Banco de España y, poco a poco, las empresas de los promotores de ambos proyectos han ido entrando en quiebra.
Gedeco Avantis, tras malvender en los últimos tres años algunos de sus activos para ir saldando deudas, como el centro comercial H20 en Rivas-Vaciamadrid por 84 millones –la mitad de la inversión realizada–, finalmente ha entrado en concurso de acreedores. El Boletín Oficial del Estado publicaba, el pasado 23 de febrero, un edicto del Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, en el que se declaraba tal circunstancia al grupo que, tras la repentina muerte en 2007 de su fundador, Aurelio Álvarez, había quedado en manos de los hijos habidos en los dos matrimonios de Álvarez.
En el auto se señala que Gedeco Avantis conserva las facultades de administración y de disposición de su patrimonio, pero sometidas éstas a la intervención de la administración concursal, y que los acreedores deberán poner en conocimiento de la administración concursal la existencia de sus créditos en la forma y con los datos expresados en el artículo 85 de la Ley Concursal. Asimismo se hace un llamamiento a los acreedores para que pongan en conocimiento de la administración concursal la existencia de sus créditos en el plazo de un mes, hasta el próximo 23 de marzo.
Los acreedores deberán presentarse mediante escrito firmado por el acreedor, por cualquier otro interesado en el crédito o por quien acredite representación suficiente de ellos, y en que se expresará nombre, domicilio y demás datos de identidad del acreedor, así como los relativos al crédito, su concepto, cuantía, fechas de adquisición yvencimiento, características y calificación que se pretenda, indicando, si se invocare un privilegio especial, los bienes o derechos a que afecte y, en su caso, los datos registrales, acompañándose en todo caso originales o copias auténticas del título o de los documentos relativos al crédito.
Aurelio Álvarez fue el principal impulsor de El Reino de Don Quijote, el complejo de lujo a la sombra del aeropuerto en el que se construiría un ‘resort’ con casinos, campos de golf, hoteles de cinco estrellas y viviendas de lujo. Era el proyecto estrella, del que controlaba el 60%, y para el que se requería una inversión de 700 millones de euros. Inicialmente se preveía que en 2010 abriría sus puertas un hotel casino de la marca ‘Caesars’; un hotel balneario, otros dos hoteles de diferente categoría, un centro comercial y un centro de congresos. Además, tendrían que existir tres campos de golf y viviendas.
Pero todo se esfumó. Poco a poco, los accionistas fueron saliendo del consejo de la sociedad, incluido el grupo estadounidense Harrah’s, quien se iba a encargar de desembarcar toda la infraestructura para el montaje de los casinos. En 2008, anunciaba la suspensión de sus actividades en la capital manchega “hasta que las condiciones del mercado fueran favorables”.