La Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia ha determinado la viabilidad, desde el punto de vista ambiental, del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) de Orense. De este modo, el departamento autonómico da por finalizado la evaluación ambiental del plan, lo que le permitirá al Ayuntamiento orensano seguir avanzando en la tramitación de su ordenación urbanística.
Así, tras la aprobación inicial del documento y finalizado el período de consultas y participación pública, se concluye la memoria ambiental, en la que se señala que, en líneas generales, lo PGOM de Ourense conserva y ponen en valor el patrimonio natural, cultural y paisajístico del municipio, mediante la ampliación de las zonas de especial protección y espacios verdes.
En este sentido, hace falta recordar que el documento define 26 ámbitos para el desarrollo de planes especiales destinados a la protección y mejora ambiental de los espacios rústicos, medio urbano y sistemas generales, entre los que se contemplan 29 zonas verdes y 109 espacios libres, 51 actuaciones en el sistema viario general y 24 local y 74 acciones en el sistema de infraestructuras de servicio, de las cuales 40 son de abastecimiento y 34 de saneamiento.
Igualmente, en el que respeta al suelo rústico de especial protección, destaca la inclusión, en la categoría de espacios naturales, de parte de los terrenos de las Ribeiras del Miño y de los asociados al sistema fluvial del Lonia, así como lechos y riberas de los ríos y riachuelos del Miño, el Barbaña, Lonia y Puerto. También consiguen la consideración de suelo rústico de especial protección paisajística los montes y cumbres que rodean la ciudad y, en el de especial protección patrimonial, se incluyen bienes de interés arqueológico.
Hace falta indicar que este Plan cuenta con el respaldo de la mayoría de las administraciones consultadas, que emitieron informes favorables tras la integración de las correcciones solicitadas y, en caso alguno, señalan la necesidad de modificar detalles concretos de la cartografía o la normativa.
Del mismo modo, con el fin de garantizar la integración de todas las variables ambientales en la ordenación urbanística, la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático considera necesario limitar los usos en aquellas zonas consideras de riesgo especial por posibles inundaciones con el objetivo de proteger los canales y minimizar los posibles daños ambientales sobre bienes y personas derivados de una eventual crecida. De este modo, estas zonas deberán integrarse en los espacios verdes locales.
Por otra parte, disminuirá el riesgo de erosión evitando la ocupación de terrenos con mucha pendiente y se cumplirán los objetivos de calidad acústica exterior especialmente en espacios próximos a las vías de comunicación.
Además, en lo que respecta a la protección del patrimonio natural, el departamento de Calidad Ambiental señala la necesidad de conservar y recuperar los ecosistemas de ribera en el Caño de Mariñamansa, a través de su inclusión en las zonas verdes, e insiste en la importancia de añadir a la normativa una prohibición expresa al uso de especiales exóticas invasoras, concretamente, en jardines y espacios públicos.
También indica la importancia de proteger y conservar el Camino de Santiago, especialmente, la Ruta de la Plata, y clasificar como suelo rústico de protección forestal los montes vecinales de mano común de Campo, As Madornas, Coto do Couto, Comunal de Casardomato, Coto e Chaira, El Carqueixal 1 y 2, O Chao da Moe y parte de Saceda. También se definirán como suelo rústico de protección paisajística el área considerado de especial interés Alongo-Untes-Río Miño y se deberá acompañar el desarrollo del núcleo de Seixalbo de un estudio de su morfología y características con el objetivo de garantizar su integración paisajística.
Una vez sean incorporadas las determinaciones de la memoria ambiental, el documento podrá someterse a la aprobación por parte del Pleno de la Corporación municipal.