Son numerosas las iniciativas de localidades españoles para tratar de atraer jóvenes residentes y evitar así que la despoblación endémica acabe, más pronto que tarde, viendo cómo aumentan los municipios deshabitados.
En ese contexto cabría enmarcar la tomada por el Ayuntamiento soriano de Navaleno, encaminada a asentar población juvenil a través de la exención fiscal en materia de vivienda. A partir de ahora, los menores de 36 años tendrán una bonificación del 100% en el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
Para beneficiarse de esta bonificación, estos jóvenes deberán acreditar la propiedad del inmueble a reformar de cara a convertirlo en vivienda habitual y permanente y, en segundo lugar, que tenga residencia efectiva en esta vivienda durante, al menos, tres años contados desde la finalización de las obras.
Además de esta exención, el consistorio de esta localidad soriana ha comenzado a debatir sobre otra serie de medidas para atraer a la población juvenil al pueblo y que la que reside no emigre. En lo que va de siglo, Navaleno ha pasado de tener 1.000 habitantes a contar con 783, según el último censo. Además el futuro no pinta bien. Al año fallecen 13 personas y solo nace un niño.
El conjunto de medidas locales sobre las que trabaja Navaleno tiene el objetivo de hacer atractivo el pueblo para la residencia de los jóvenes, con mejora de los servicios y ocio por encima del empleo.
Sus responsables estiman que es más importante que los pueblos tengan bien cubiertos los servicios para las familias a que ofrezcan empleo, porque en la actualidad todo el mundo está dispuesto a desplazarse a su puesto de trabajo y tener la residencia en un lugar donde disfrute de calidad de vida y de los servicios.
Si en un pueblo no hay instituto, al final los padres se van con el niño a residir a la ciudad. Los ediles de Navaleno creen que esta es la alternativa para que la gente se venga a vivir a Soria, porque se ha demostrado que aunque se pongan empresas la población no se incrementa.
El alcalde de Navaleno tiene más confianza en las medidas que se adopten a nivel local o provincial que la gestión que pueda realizar el Gobierno central, al que solo le interesa el desfase demográfico y el envejecimiento de España para hacer frente a las pensiones, pero no le interesa la despoblación.