El Gobierno ha dado un nuevo paso hacia la erradicación de la producción de energías al quedar fuera de la posibilidad de construir nuevas instalaciones. Es el motivo por el que las asociaciones que defienden a estos empresarios han denunciado la discriminación realizada por parte del Ministerio de Industria, Turismo y Transporte en la convocatoria para el otorgamiento de régimen retributivo específico a nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir fuentes renovables.
Por ello, la Unión Española de Fotovoltaica (UNEF) anuncia que está tramitando alegaciones al concurso anunciado esta semana por la CNMC de nueva potencia renovable, convocada sólo para tecnología eólica y biomasa, y solicita que se incluya a la tecnología fotovoltaica en el mismo.
La asociación fotovoltaica considera que el intento de erradicación de la industria fotovoltaica por parte del Gobierno no tiene ninguna explicación, más aun teniendo en cuenta que se trata de una de las tecnologías más competitivas del mundo, no sólo entre las energías renovables, “sino incluso en comparación con las energías fósiles tradicionales”, apunta Jorge Barredo, presidente de UNEF.
La discriminación a la energía fotovoltaica en los concursos de nueva potencia se suma a la persecución emprendida por el Gobierno al desarrollo del autoconsumo energético en España, una opción rentable, sostenible y que no requiere de ningún tipo de prima ni subvención para su desarrollo.
Recientemente, el Gobierno anunció que tiene previsto publicar en breve la normativa que regula el autoconsumo energético, y que lo hará incluyendo el “peaje de respaldo” o “impuesto al sol”, a pesar de las críticas recibidas a su implantación de los diferentes organismos reguladores, sociedad civil, Defensora del Pueblo, sindicatos y la gran mayoría de los partidos de la oposición.
La energía solar fotovoltaica ha reducido sus costes más de un 80% desde 2007, convirtiéndose ya en una de las tecnologías más competitivas en todo el mundo, con costes en muchos casos ya por debajo de la nuclear, el carbón, los ciclos combinados o la eólica terrestre, según apuntaba en un reciente estudio el banco de inversión UBS. La Agencia Internacional de la Energía vaticina además que la solar será la principal fuente de energía en 2050.
A las indudables ventajas medioambientales –los 4600MW fotovoltaicos instalados en España permitieron, sólo en 2014, evitar la emisión de más de 5.427 toneladas de CO2, un ahorro de 35,2M€ sólo en costes de emisiones de CO2- y económicas, hay que sumar la excepcional flexibilidad de la tecnología fotovoltaica, que permite realizar desde pequeñas instalaciones integradas en los entornos urbanos, hasta grandes plantas de generación.