El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha entregado la primera de 115 viviendas que la Comunidad de Madrid dará esta semana a personas desahuciadas, familias en paro y a víctimas de violencia doméstica, entre otras personas en situación de especial necesidad. En concreto, González dio las llaves de un piso en Carabanchel a una familia desahuciada, en paro y con dos hijos menores, ya que del total de 115 viviendas, 29 se cederán a personas que hayan atravesado una situación de desahucio.
Esta iniciativa se suma a otras medidas que ya ha puesto en marcha el Gobierno regional para ayudar a las familias con menos recursos, como la cesión a Cáritas de 1.000 viviendas para acoger a las familias que más lo necesitan, como las que han perdido su hogar por un desahucio.
Con esta medida, el Gobierno regional continúa ayudando a estos colectivos especialmente vulnerables a rehacer su vida, por lo que en muchos casos la entrega de la vivienda se acompañará de un seguimiento social para facilitarles su integración en la sociedad. Estas 115 viviendas permitirán iniciar una nueva vida a 450 personas, de las que la mitad son menores de 15 años, que proceden de 23 países distintos.
Se trata de pisos situados en diferentes municipios de la región y adquiridos en el mercado de vivienda libre. La renta mensual que paga cada familia se calcula en cada caso teniendo en cuenta las características concretas del núcleo familiar y oscila desde los 65 hasta los 135 euros, para una vivienda de dos dormitorios, a los 200 euros para una de cuatro dormitorios. Además, en todos los casos se aplica una bonificación del 35% durante los primeros cinco años. También se contemplan descuentos de entre el 20 y el 30% a las familias numerosas.
En el acto, el presidente explicó que el perfil de las familias que hasta ahora demandaban una vivienda del cupo de especial necesidad ha sufrido un cambio importante como consecuencia de la crisis. “Nos encontramos con personas que han perdido sus empleos y que han reducido drásticamente sus ingresos familiares”, explicó. Algunas, añadió, han llegado a perder sus viviendas como consecuencia de un desahucio o pagan alquileres muy por encima de sus posibilidades.
En este sentido, el presidente destacó que 29 de las familias beneficiarias de estas viviendas han sido víctimas de un desahucio. Es el caso de la familia a la que Ignacio González ha acompañado a conocer su nueva vivienda. Se trata de un matrimonio con dos hijos de 11 y 9 años que como consecuencia de la crisis ha perdido su vivienda y se encuentra en una situación muy vulnerable. Tanto el padre como la madre tienen 41 años y una experiencia laboral de 15 y 12 años en diferentes puestos, pero ambos han perdido sus trabajos (en 2011 y 2012 respectivamente) y ahora sólo perciben el subsidio de desempleo, de 426 euros.
El matrimonio adquirió una vivienda en 2004, pero la han perdido por no poder hacer frente al pago de la hipoteca, por lo que se han visto obligados a trasladarse al domicilio de un familiar.
La adjudicación de esta vivienda supondrá un impulso y un apoyo para que esta familia pueda superar la situación difícil en la que se encuentra por la escasez de recursos económicos. Se trata de una vivienda de 50 metros con tres dormitorios y por ella abonarán una renta de aproximadamente 96 euros, que se ha calculado teniendo en cuenta su nivel de ingresos.
Respecto al resto de los adjudicatarios, se trata también familias que por sus circunstancias personales y sociales presentan graves situaciones de vulnerabilidad. Concretamente, de estas 115 viviendas 76 corresponden al cupo general, 17 a mujeres que han sufrido violencia de género, 3 a personas con discapacidad, 16 a impulso familiar y 3 a personas mayores.
Por otro lado, de estas familias 49 perciben la Renta Mínima de Inserción (RMI) y 35 familias están recibiendo ayuda de alimentos por parte de Cáritas, Cruz Roja o la Iglesia Evangélica.