Madrid. Eran tantos los miles de millones procedentes del ladrillo los que ingresaban las Administraciones Públicas hasta 2007, que cinco años después muchos siguen empecinados en presupuestar cantidades ilusorias por venta de viviendas, de suelo o constitución de hipotecas. Y ello a pesar de que mes tras mes todas las estadísticas oficiales vienen a decir que el sector inmobiliario no solo no remonta el vuelo sino que acrecienta por momentos su crítica situación.
Estamos ante ingresos fallidos por estos conceptos que, al estar presupuestados, inciden directamente en el incumplimiento de déficit, porque va a resultar prácticamente imposible que las Comunidades Autónomas logren ingresar, como habían contemplado, casi 8.900 millones en 2012 procedentes de transmisiones patrimoniales por la venta de viviendas usadas, actos jurídicos por constitución de hipotecas o, directamente, la enajenación de patrimonio inmobiliario, sean terrenos, edificios o viviendas.
Cojamos por ejemplo este último apartado, el de los ingresos vía venta de patrimonio. Salvo que lo vendan todo en estas dos semanas que quedan de año a unos precios de derribo, y los compradores lo entiendan así, la previsión de ingresar 1.455 millones por los Ejecutivos regionales no es que no se vaya a cumplir, no, es que estará muy lejos de hacerlo si tenemos en cuenta que hasta septiembre lo ingresado ascendía a tan solo 120 millones. Dejándonos llevar por el optimismo y suponiendo que las compras aumenten en este tercer trimestre, será imposible que el déficit presupuestario por este concepto baje de los 1.200 millones de euros.
Y otro tanto sucede con los ingresos presupuestados procedentes de la venta de viviendas usadas y la firma de hipotecas. Una lleva a la otra. Si cada vez se venden menos viviendas, las hipotecas firmadas también se reducen, incluso más al apreciarse cómo aumentan progresivamente los que, a la vista de las rebajas, optan por pagar el inmueble a toca teja, sin tener que pasar por el engorroso trámite de solicitar un préstamo por el que, además, te van a cobrar unos intereses rayanos en la usura.
También hasta septiembre, por ambos impuestos –transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados – el importe de lo ingresado ascendía a poco más de 4.200 millones de euros. O lo que es lo mismo, haría falta que entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre la recaudación fiscal por estas partidas se elevara en 3.152 millones para cuadrar el presupuesto.
Si bien es cierto que la retirada de los incentivos por compra de viviendas, eliminados a partir del 1 de enero de 2013, están animado un tanto el mercado, ni mucho menos será suficiente como para que las cantidades recaudadas hasta septiembre, de unos 470 euros mensuales, se doblen en el último trimestre. Siendo realistas, serán aproximadamente otros 1.200 millones de déficit los que, también en este caso, se deban apuntar.