Estamos en España metidos en una semana que se antoja definitiva –una más, luego ya saben que nunca pasa nada–. Pero, bueno, a priori, sí deberían despejarse algunas incógnitas, como hasta dónde va a ser capaz el Gobierno presidido por Mariano Rajoy de recortar en 2013 el gasto público y qué bancos y por cuánto deberán acudir a la ayuda de la Eurozona para recapitalizar y, sobre todo, si a la vista de todo ello España debe finalmente solicitar un rescate adicional.
Antes de que esos datos se conozcan, otros provenientes de fuera pueden ir despejando dudas. El primero conocido, el índice IFO de clima de negocios en Alemania, no resulta muy halagüeño al situarse por debajo de las previsiones barajadas por los analistas. Otro, inquietante, es el de la inminente decisión de la agencia Moody’s sobre la calificación que otorgue a la deuda soberana español, con no pocas probabilidades de que la sitúe en el bono basura.
Y entre medias de tanta incertidumbre, los inversores que no saben a qué carta quedarse. No acaban de ejercer toda la presión posible con ventas masivas de bonos de deuda soberana, pero tampoco se deciden a comprar. Se mantienen en una perspectiva tensa a la espera de más datos que dejen entrever por dónde van a ir los tiros. Así, ahí se mantiene la prima de riesgo en márgenes controlados de entre 420 y 425 puntos, muy lejos todavía de sus máximos de julio, y el interés del bono a diez lo mismo, en el entorno del 5,8%.
Tampoco la noticia publicada en el diario alemán Der Spiegel, acerca de que los países de la Eurozona estaban preparando cuadruplicar, hasta los dos billones de euros, el fondo de rescate europeo –pensando en Italia y España– parece contar con mucho predicamento, al menos de momento.
De confirmarse, sí que los mercados reaccionarían al tener la seguridad futura de contar con garantías para afrontar hasta el más adverso de los escenarios. Vamos, que habría más seguridad para cobrar la deuda comprada y sus intereses, aunque, en clave interna, ello trajera consigo más desdichas para los ciudadanos de los países que recibieran esas ayudas.