Madrid. En España este año sólo se venderán 230.000 viviendas, de las que aproximadamente un 50% serán vendidas por particulares, de acuerdo con los datos de Blocksales. Así las cosas, entidades financieras, promotoras y comercializadoras tendrán que competir, en 2012, para repartirse los 115.000 potenciales compradores con los que dar salida a su cartera residencial, y lo harán en un contexto en el que la demanda es cada vez menor.
Las estimaciones de Blocksales se basan en el análisis de cuatro indicadores:
1. La merma en la renta útil de las familias, tras las recientes subidas en las retenciones del IRPF aprobadas por el Gobierno.
2. La previsión del PIB nacional en 2012, con un decrecimiento estimado en el 1’5%, según distintas fuentes.
3. La evolución del Euribor, que si bien la mayoría de los analistas estiman que será ligeramente a la baja en 2012, esto no quiere decir que se refleje en la cuota hipotecaria, influida por los constantes incrementos del diferencial que las entidades financieras aplican a las hipotecas.
4. La sequía crediticia, que continuará este año lastrando las posibilidades de acceso de las familias a la financiación.
A la luz de estos datos, la compañía estima que el descenso en 2012 del número de ventas anual será de aproximadamente un 36% con respecto al año pasado. Para Javier Reguart, director general de Blocksales “esto significará que la absorción del stock existente en España necesitará, al menos, de otros seis años, según nuestras previsiones”.
Estas cifras reflejan el momento crítico que vive el sector, especialmente para los agentes que se encuentran en la posición vendedora: “Asistimos a un problema no sólo en términos coyunturales, sino también estructurales. En este escenario, en el que hemos pasado de vender 916.000 viviendas en 2006 a 361.000 en 2011 – explica Juan Taboada, director de financiero de Blocksales, al igual que Reguart con una larga trayectoria como directivo en importantes compañías del sector inmobiliario– cabe esperar aún una mayor bajada de los precios, ya que el pastel que se reparten los distintos agentes les obligará a persuadir muy bien al potencial comprador. Y, hoy por hoy, con la crisis arreciando, la única forma de persuasión posible es seguir bajando los precios”.