El Euríbor, referencia clave para las hipotecas en España, ha interrumpido su secuencia de descensos en febrero, situándose en una media del 3,671% a un día del cierre del mes, cifra que supera marginalmente la registrada en enero. Este comportamiento del indicador refleja un cambio en las expectativas sobre los movimientos futuros de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), alterando así las proyecciones del mercado y, por ende, el costo de los préstamos hipotecarios.
Cambio de expectativas y su impacto
Las expectativas de recorte de tipos por parte del BCE han experimentado un notable ajuste. Inicialmente, los mercados anticipaban un primer recorte en abril, seguido por una serie de reducciones que sumarían 150 puntos básicos hacia finales de año. Sin embargo, la percepción de una fase final más desafiante en la lucha contra la inflación, junto con señales de recuperación en la actividad económica de la eurozona y una postura más cautelosa por parte de los miembros del BCE, han moderado estas expectativas. Actualmente, la posibilidad de un primer recorte en abril se valora en poco más de un 20%, mientras que la expectativa de una reducción en junio alcanza el 75%. Además, se anticipan menos recortes de lo previsto inicialmente, con un ajuste total inferior a 100 puntos básicos para el resto del año.
Este reajuste de expectativas sugiere un periodo de estabilidad en el Euríbor, sin fluctuaciones significativas hasta que se materialicen evidencias más claras de recortes en los tipos de interés. Este escenario de estancamiento implica que la tan esperada alivio para los titulares de hipotecas podría tardar más en llegar de lo previsto, manteniendo las condiciones actuales de financiamiento hasta que el BCE actúe de manera decisiva.
Perspectivas a futuro para el Euríbor y las hipotecas
A largo plazo, se prevé que el Euríbor pueda iniciar una tendencia descendente más marcada a partir de junio, en línea con las expectativas de recorte de tipos del mercado. Este eventual descenso sería una buena noticia para los hipotecados, aunque el camino hacia tasas más bajas se anticipa más gradual de lo esperado. Las proyecciones actuales sugieren que el Euríbor podría oscilar entre el 3% y el 3,5% hacia finales de 2024, condicionado a la evolución de la política monetaria del BCE y su impacto en la inflación.
Este análisis no solo subraya la importancia de las decisiones del BCE en el mercado hipotecario, sino que también pone de relieve la interconexión entre la política monetaria, la inflación y la recuperación económica en la eurozona. Los titulares de hipotecas y los potenciales compradores deben permanecer atentos a estos desarrollos, ya que influirán en las condiciones de financiamiento y, por ende, en las decisiones de compra de vivienda. La evolución del Euríbor seguirá siendo un barómetro crucial para el mercado inmobiliario español, dictando las condiciones bajo las cuales las familias y los inversores acceden al crédito.