París. Unos 500 millones de euros tiene previsto gastarse el Estado francés para reflotar el alicaído sector de la construcción, de cara a construir unas 20.000 de las 500.000 viviendas anuales contempladas. Un plan, el presentado por el presidente François Hollande, que incluye tambíen ayudas de 1.350 euros para que aquellas familias que no ingresen al año más de 35.000 euros puedan realizar trabajos de rehabiliación para aislar mejor sus viviendas. El Gobierno también plantea la conversión de oficinas en pisos.
El paquete de 20 medidas presentado por Hollande se incluye una mayor celeridad en la tramitación para acortar los plazos de obtención de una licencia. “Los procedimientos son demasiado largos. Un proyecto puede tardar en ponerse en marcha, en el mejor de los casos, seis años de promedio, pero pueden llegar a trece o quince o, incluso a veces, un buen diseño nunca llega”, apuntaba Hollande en la ciudad de Alfortville.
Ademas de actuar sobre el suelo, el Gobierno también va a tocar la fiscalidad inmobiliaria. En concreto reducirá el IVA que se aplica sobre las viviendas protegidas al 5%. Ahora el techo está en el 7% e iba a alcanzar el 10% el año próximo. Esta nueva tarificación se empezará a aplicar a partir de enero de 2014. El objetivo, dijo Hollande, es dar ventajas fiscales para que los franceses que ahora depositan sus ahorros en seguros de vida inviertan en vivienda.
También congelará la aprobación de nuevas leyes en materia de construcción con el objetivo de moderar los precios y se pondrá en marcha un plan de renovación térmica para renovar 500.000 viviendas cada año. De estas 120.000 serán para familias con pocos recursos.