Madrid. Los alemanes no se andan con chiquitas a la hora de analizar la situación y dejan meridianamente clara su postura acerca de la crisis en la que se haya la Eurozona, el papel que juegan algunos actores en la misma y las medidas a tomar o no para salir de ella.
En este sentido, la filial española del Deutsche Bank no se corta un pelo al señalar que la “parálisis” del BCE “hace que la desconfianza se mantenga”. Y lo hace tras criticar la postura “extremadamente prudente” que está siguiendo el supervisor bancario dirigido por Mario Draghi. Llega a estas conclusiones la entidad germana, en el informe emitido con los resultados del primer semestre, tras analizar los pasos dados en los últimos meses.
Reconoce el éxito inicial de las dos subastas de liquidez a tres años, realizadas en diciembre de 2011 y febrero de 2012, que supusieron una inyección de liquidez de más de un billón de euros, pero también que sus efectos desaparecieron “rápidamente”.
En cuanto a España, el Deutsche Bank estima, en primer lugar, el buen hacer del Gobierno presidido por Mariano Rajoy con las reformas estructurales emprendidas (como la del mercado de trabajo, la ley de Estabilidad Presupuestaria o dos reformas del sector financiero), las fuertes medidas de ajuste fiscal, el desarrollo de un mecanismo de control de las cuentas públicas, especialmente de las Comunidades Autónomas.
Pero deja entrever que la nacionalización de BFA/Bankia ha generado un elevado grado de incertidumbre sobre el sector, incertidumbre que ha terminado por llevar al gobierno a solicitar ayuda financiera a Europa. Un préstamo cuya aprobación definitiva puede coincidir, insinúa la entidad germana, con la “posible solicitud de rescate por parte del gobierno español ante la creciente subida de los costes de financiación”.