Nueva York. Con la próxima apertura de los edificios “One World Trade Center”, “Four World Trade Center” y “51 Astor Place” en 2013, Manhattan dispondrá de cerca de 550.000 metros cuadrados de espacio de oficinas que compiten por una certificación LEED. Según afirma la agencia inmobiliaria Cassidy Turley, esta será la mayor salida al mercado de este tipo de edificio desde los años 80, lo que hace la situación aun más inusual.
Aunque en general esta noticia debe ser considerada como algo beneficioso, algunas voces críticas se han levantando comentando la posibilidad de que el triunfo de estos gigantes se lleve a cabo a costa de otros pequeños edificios más antiguos que no pueden competir con “megaproyectos” inmobiliarios.
En muchos casos estos edificios se han visto sometidos a costosas reformas para conseguir sus propios certificados LEED de tipo EB (existing building, edificio existente) y la excesiva competencia de los nuevos proyectos puede llevar a los propietarios del parque inmobiliario existente a no invertir en obras para mejorar la eficiencia energética de sus propiedades.
De cualquier manera parece que la consecución de un certificado LEED se está convirtiendo cada vez más en una cualidad positiva de cara a mejorar las ventas en grandes proyectos inmobiliarios, y que cada vez un mayor número de promotores está invirtiendo en cumplir con las difíciles condiciones necesarias para obtenerlo, lo que en un futuro debería llevar a un mercado inmobiliario más sostenible.