El Índice Internacional de Alquileres de HousingAnywhere sitúa a Madrid entre las 5 ciudades europeas con un mayor aumento en el precio del alquiler en el tercer trimestre de 2020.
El mercado se desestabiliza por el traspaso de alquileres vacacionales a residenciales por el freno del turismo.
Más espacio, más verde y al aire libre; características en el alquiler residencial que ganan importancia mientras la ubicación deja de ser lo prioritario.
Mientras que en el segundo trimestre de 2020 los precios trimestrales del alquiler cayeron en casi todas las ciudades europeas, el Índice Internacional de Alquileres de HousingAnywhere muestra que en este tercer trimestre los precios se estabilizan y hasta empiezan a subir. De este modo, el Índice apunta a que los mercados empiezan a recuperarse lentamente.
Este pequeño repunte en los precios no excluye a España, ya que Madrid se encuentra entre las cinco ciudades europeas con un mayor crecimiento en el precio del alquiler respecto al trimestre anterior (en orden: Florencia, Turín, París, Madrid y Lisboa). Sin embargo, cabe destacar que en el segundo trimestre los precios de la ciudad habían caído un 2,3% trimestral, siendo de las ciudades europeas con una mayor caída de precios, y ahora el aumento es leve: del 0,4%.
Otras ciudades españolas, como Barcelona, también están experimentado una leve subida de precios. En el caso de la Ciudad Condal, esta ha sido tan solo del 0,2%. Sin embargo, queda por ver cómo afectará en el siguiente trimestre la ley de regulación de alquileres, que ha entrado en vigor recientemente y mediante la cual, en las zonas de la ciudad donde el mercado de la vivienda esté muy tensionado, las subidas de precio no podrán superar el índice de referencia de precios de la Generalitat.
Después de la caída generalizada de precios desde el inicio de la pandemia, «en julio la demanda de alojamiento en términos de alquiler ya había vuelto a la normalidad en varias ciudades europeas, como Florencia y Ámsterdam», explica Djordy Seelmann, CEO de HousingAnywhere. «Ahora la perspectiva es optimista y esperamos que la demanda continúe recuperándose en los próximos meses. Sin embargo, el mercado seguirá en un estado muy frágil hasta que no haya una vacuna contra la Covid-19 disponible», añade.
El paso de alquileres vacacionales a residenciales genera una sobre oferta en el mercado
En este tercer trimestre se ha confirmado una tendencia que ya vimos en el trimestre anterior: muchos de los alquileres vacacionales han pasado a ser alquileres de alojamientos residenciales como consecuencia de las restricciones al turismo. «Hemos visto triplicarse la oferta disponible en HousingAnywhere desde marzo de 2020. Esta es una clara indicación de que los alquileres vacacionales ofrecidos en Airbnb, Booking.com y similares se retiran del inventario general de viviendas», explica Seelmann. «Hace años que las ciudades luchan por mantener bajo control los precios de los alojamientos de alquiler residencial. Así que instamos a las ciudades a reconsiderar sus políticas con respecto a la cantidad de alquileres de vacaciones que pueden retirarse del parque de viviendas residenciales, ya que grandes grupos de ciudadanos sufren la presión al alza de precios causada por la industria del alquiler vacacional».
Más espacio y al aire libre frente a una buena ubicación
Otra de las tendencias que demuestra el Índice de HousingAnywhere es que, ya que el teletrabajo se ha aplicado en muchas empresas, la localización de la vivienda y la conexión al transporte público son factores menos importantes que antes. Ahora se da un nuevo tipo de demanda con una nueva mirada en lo que a calidad de vida representa. «Espacio» y «verde» son las nuevas palabras clave que atraerán a los inquilinos. Otras características que la demanda valorará más son una sala de estar cómoda, una zona dedicada al teletrabajo y espacio al aire libre.
La pandemia impulsa el uso de las plataformas online
Otro cambio en el sector que perdurará en el tiempo es la rápida generalización del uso de plataformas de alquiler online que se ha dado a partir del confinamiento. «La pandemia ha provocado que se den más viewings, transacciones, reservas y pagos de manera online que antes», dice Seelmann. «Además, ahora que las personas se han empezado a sentir más cómodas con el uso de herramientas digitales en el mercado del alquiler, probablemente las sigan usando en el futuro, no solo por la mayor seguridad y protección que estas ofrecen, sino también por su conveniencia».
¿Qué está pasando en el resto de Europa?
Según el Índice Internacional de Alquileres de HousingAnywhere, en este tercer trimestre de 2020 la leve tendencia al alza ha sido generalizada en la gran mayoría de países. Italia, uno de los países más afectados por la caída de precios durante el confinamiento debido al regreso de estudiantes internacionales y expatriados a sus países, ahora goza de mejores predicciones que sus vecinos. En agosto se ha demostrado una mayor demanda y ciudades como Florencia (con un crecimiento trimestral del 2,1%) o Roma (2%) han empezado a atraer a muchos estudiantes y profesionales, tanto locales como europeos, a falta de la llegada de turistas de países más lejanos.
En cuanto a Austria, la demanda de vivienda sigue aumentando rápidamente, con Viena a la cabeza, donde se está optando por el alquiler a medio plazo después de que se aprobara la legislación contra la concentración de alquileres de corto plazo en determinadas zonas. En los Países Bajos, la subida de precios también es generalizada hasta el punto de que algunas ciudades, como Rotterdam, incluso superan también el precio del alquiler del mismo trimestre del año pasado. Eso mismo sucede con París, que actualmente es la ciudad de Europa con el alquiler más alto.