Madrid. Desde hace meses venimos denunciando el notorio fracaso de la apuesta por la VPO como solución al problema de la vivienda en España y a la paralización del Sector Inmobiliario-Constructor; los datos actuales confirman nuestras predicciones y el grave perjuicio que ha ocasionado la subvención pública de esta modalidad de vivienda en detrimento de la vivienda libre. Hemos dicho en reiteradas ocasiones que la promoción de viviendas de precio tasado puede ser beneficiosa para cubrir las necesidades de vivienda de sectores de población de escasos recursos económicos, siendo promovida directamente por Sociedades Estatales de Gestión de Suelo y Vivienda como se hace en el resto de Europa, pero que la inclusión de porcentajes de VPO en sectores de planeamiento únicamente encarece el precio de la vivienda libre y aumenta las diferencias sociales entre los propietarios de vivienda libre y protegida. También hemos llamado la atención sobre la posición de inferioridad en que se encuentran los posibles compradores de VPO para obtener un crédito en comparación con los compradores de vivienda libre, lo que ha imposibilitado la financiación de muchos adjudicatarios de vivienda protegida, así como la escasa diferencia de precio de ambas modalidades de viviendas en muchas poblaciones a excepción de grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Pero pese a todo ello, la ortodoxia oficial ha continuado haciendo estragos en el mercado de vivienda y ahora empezamos a recoger sus «frutos».
“apostamos por la vivienda protegida en alquiler y la procedente de la rehabilitación porque son las líneas más demandadas por las propias ccaa, los promotores y los ciudadanos y porque, además, son las que generan más impacto social y beneficios económicos sobre el empleo y, a la vez, son las herramientas estratégicas y estructurales para el necesario cambio de modelo del sector inmobiliario”
Esta demagógica y falsa afirmación la ha hecho la Secretaria de Vivienda Beatriz Corredor, para justificar el fin de las subvenciones para la compra de VPO que se implantará este año, de modo que en base al más que evidente agujero que tienen las cuentas públicas, se eliminarán los incentivos para la compraventa de vivienda protegida, se reducirán en un 40% los destinados a la compraventa de vivienda protegida en régimen de alquiler, y se eliminará la ayuda directa a la entrada en sustitución de supuestas hipotecas al 90% del valor del inmueble. En otras palabras; se reducirán drásticamente las ayudas a la VPO, que se suponía eran la apuesta del actual Gobierno en materia de vivienda. Pero es que el fracaso de estas medidas se ha hecho evidente en los últimos meses*, ratificando así nuestra valoración de las mismas y dejando en evidencia a quienes presos de fuertes condicionantes ideológicos, fomentaron artificialmente la promoción de vivienda protegida como la panacea para salir de la crisis y resolver el problema de la vivienda en nuestro país.
¿A qué se ha debido este fracaso? Pues fundamentalmente a que no se puede forzar a los mercados en base a condicionantes ideológicos cargados de demagogia y populismo; es totalmente falso que la vivienda en alquiler sea la más demandada por los españoles, y mucho menos la vivienda protegida; también es falso que los promotores inmobiliarios demanden este tipo de viviendas para su promoción, pues el margen de beneficio que obtienen con ésta es muy reducido, los problemas administrativos dificultosos y engorrosos, la corrupción abundante, y la escasez de suelo para el desarrollo de los mismos evidente y preocupante. También es totalmente falso que la VPO y la rehabilitación de viviendas generen más riqueza y empleo que el desarrollo de áreas de vivienda libre, equipamientos y usos dotacionales, que precisamente han sido los generadores de empleo en el sector durante los últimos años, aunque dicho sea de paso, nos seguimos preguntando qué han hecho las CCAA con las cesiones del 10% de suelo para VPO fruto de los desarrollos inmobiliarios de la última década, pues es evidente que el ritmo de calificación de VPO se ha mantenido en mínimos durante dicho tiempo.
Asimismo, las entidades financieras, como llevamos repitiendo con insistencia, son más reacias a financiar a compradores de VPO, (teóricamente menos solventes y con menos garantías), que a compradores de vivienda libre con descuento, lo que explica el rotundo fracaso de la promoción de miles de viviendas protegidas que no se pueden entregar porque las entidades financieras no conceden la subrogación de las hipotecas del promotor al adjudicatario de la vivienda. La calificación de vivienda libre a protegida se ha mostrado inviable, como hemos dicho en reiteradas ocasiones. El precio de la VPO en muchas ciudades se ha acercado al precio de la vivienda libre, que con la crisis se ha abaratado, lo que ha mermado más aún su atractivo en el mercado.
Ahora se muestra con toda su crudeza el fracaso de una política de vivienda que desde el desconocimiento total del sector y la demagogia más populista, ha pretendido forzar el mercado por caminos inviables y convencer a los españoles de que sus aspiraciones en materia de vivienda se tienen que limitar a alquilar pisos protegidos en barrios de más que dudosa calidad urbanística y arquitectónica, (siguiendo el conocido modelo comunista de vivienda colectiva masiva), dejando de lado el problema originario del alto precio de la vivienda, que es el elevado precio del suelo y la especulación sangrante que llevan a cabo sus propietarios.
Fracaso. Rotundo fracaso que pagamos todos los españoles.
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* Pueden consultarse informaciones en abc de Sevilla, Segovia al día, reeditor, diario de alhaurin, red social vecinos, el ideal de Almería, entre otras muchas.