Los fondos de inversión ganaron un dineral en la primera mitad de la década pasada con la fórmula de empaquetar créditos hipotecarios tóxicos, y también fue una de las causas que desencadenó la crisis hace ocho años. Pero, esos mismos fondos vuelven a la carga con este producto arriesgado.
Entienden que el sector financiero puede obtener más rentabilidad con estas titulizaciones que limitarse a vender las carteras crediticias de manera bilateral, y que, además, la mejora de la situación económica está favoreciendo el pago de los préstamos refinanciados.
En este sentido, el fondo oportunista Blackstone ha abierto la veda, que, seguramente seguirá el resto de sistema financiero español, para colocar en el mercado 265 de los 6.000 millones de euros de nominal que adquirió en 2015 a Catalunya Banc.
El movimiento puede ser de calado. Las entidades financieras españolas todavía tienen en sus balances 100.000 millones de euros en créditos problemáticos refinanciados o reestructurados, principalmente hipotecas, que podrían lanzarse al mercado mediante titulizaciones.
Un acicate para superar la presión que ejerce el Banco Central Europeo (BCE) para limpiar sus balances y mejorar la rentabilidad, ya que España, junto a Italia e Irlanda, aglutinan la mitad de estos préstamos dudosos en Europa.
Los activos susceptibles de ser titulizados son aquellos que han podido ser modificados para facilitar que el deudor pague, aunque no necesariamente han estado en mora previamente. El crédito original puede haber sido refinanciado o reestructurado.
Esta cifra es inferior al total de crédito que tiene la banca española en mora, que asciende a 138.000 millones y a los 113.000 millones adjudicados.
En esta titulización de créditos de Catalunya Banc, Blackstone ha incorporado préstamos que se llevan pagando más de 37 meses seguidos. A cambio, ofrecen una jugosa rentabilidad, superior a 100 puntos básicos sobre el euribor más un descuento de hasta el 10%, para aquellos fondos que asuman algo más de riesgo.
Tanto el BCE como el Banco de Inglaterra o la Autoridad Bancaria Europea han hecho un esfuerzo para crear una regulación pan-europea refinada para titulizaciones más simples, transparentes y estándar, pendiente del visto bueno del Parlamento Europeo para despegar. Las titulizaciones de créditos refinanciados o estructurados entrarían, según Moody’s, dentro de esta definición, lo que debería facilitar su colocación entre inversores.
Oaktree, LoneStar y HSH, los compradores más activos, con más de 5.000 millones de euros, son los grandes candidatos a hacerse con estas titulizaciones.