La apuesta del Ayuntamiento de Barcelona por impulsar la innovación urbana ha logrado que uno de los proyectos más importantes que lleva a cabo, el Barcelona Urban Lab, haya sido reconocido entre los veinte mejores proyectos del mundo, según recopila un informe elaborado por la fundación para la innovación Bloomberg Philanthropies y por la entidad Nesta, del Reino Unido.
Este programa, nacido en el 2008 en el marco del 22@, facilita el uso de espacios públicos de la ciudad a pequeñas empresas para implementar proyectos piloto en una etapa previa a su comercialización.
“Todo eso lo que conforma son nuevos productos que ayudan a mejorar la manera de gestionar la ciudad y a enriquecer el concepto de ciudad inteligente, que es el que enmarca el programa”, apunta el director de Ciudades Inteligentes y Telecomunicaciones del Ayuntamiento de Barcelona, Paco Rodríguez.
El premio llega después de que Barcelona haya sido reconocida este 2014 como capital europea de la innovación (iCapital) y de que Barcelona haya recibido el Premio Mayors Challenge por el proyecto "Vincles BCN", que promueve romper el aislamiento social de las personas mayores mediante ideas innovadoras.
Coincidiendo con la designación de Barcelona como mobile world capital hasta el año 2018, el programa de Barcelona Urban Lab ha pasado a llamarse Mobile World Lab con el fin de centrarse en proyectos relacionados con el móvil, lo que ha convertido la ciudad en una plataforma de pruebas de aplicaciones, servicios y contenidos en el ámbito de la movilidad.
A lo largo de estos años se han presentado ochenta proyectos de temáticas diversas, de los cuales una cuarta parte han sido probados en las calles de Barcelona. “Es una cifra muy importante, ya que tenemos que considerar que todos ellos han presentado productos innovadores”, asegura Rodríguez.
Las pruebas piloto se han relacionado con temas como la eficiencia energética, con ejemplos de alumbrado led; con el medio ambiente, instalando sensores para medir la calidad del aire o el nivel de ruido en la ciudad; o bien con temas relacionados con la movilidad, como sensores para encontrar aparcamiento.
La empresa francesa Connecthings actualmente trabaja con el Ayuntamiento de Barcelona tras haber participado en el programa en el año 2013. “Es una historia de amor y nos queremos quedar aquí. Hemos crecido como empresa y aquel proyecto nos abrió una ventana al mundo”, asegura su director, Louis-Alban.
Actualmente tiene instaladas unas etiquetas con el distintivo contactless en las marquesinas inteligentes de la ciudad, en las estaciones de Bicing y en algunos museos a través de las cuales cualquier ciudadano puede obtener información leyendo con su smartphone los códigos QR y NFC instalados.
Otro caso es la empresa Urbiòtica, que tiene instalado desde hace tres años en el distrito de Sant Martí de Barcelona su banco de pruebas: una red de sensores para recoger datos con los que gestionar varios servicios urbanos. Hoy en día este espacio le sirve de muestra para los posibles compradores.