Los datos disponibles para 2013 sugieren que a lo largo del año el mercado hipotecario continuará en proceso de ajuste con unas tendencias muy similares a las registradas en 2012, según se recoge en el Informe Económico de la Asamblea General 2013 de la Asociación Hipotecaria Española (AHE).
No obstante, desde comienzos de año se observa una mayor estabilidad tanto a nivel nacional como en la zona euro que podrían llevar a nuestra economía hacia un punto de inflexión en 2013.
En este sentido, la mayoría de las previsiones sugieren que la economía española saldrá de la recesión en 2014, produciéndose una paulatina recuperación del mercado laboral. Este hecho unido a la culminación de los procesos de reestructuración, saneamiento y recapitalización de las entidades financieras, debería conducir a un entorno mucho más estable de cara al próximo año.
Por tanto, si bien es probable que en los datos para 2013 sigan mostrando una tendencia contractiva del saldo vivo del crédito hipotecario en circulación y que el número de préstamos formalizados se sitúe en niveles muy similares a los observados en 2012, a partir de 2014 deberíamos asistir a una moderada reactivación del crédito fundamentada en los siguientes factores: Mayor estabilidad macroeconómica, acceso a los mercados financieros normalizado para las entidades de crédito, sistema financiero más sólido y demanda progresivamente más solvente y desapalancada.
A esta conclusión llega la AHE tras comprobar cómo la actividad hipotecaria durante 2012 se enmarcó en un entorno de especial volatilidad en los mercados de financiación mayoristas y de gran presión regulatoria para las entidades financieras.
Además, las tensiones en los mercados de deuda soberana, que se desarrollaron con mayor intensidad en los meses centrales del año, se transmitieron rápidamente a las entidades financieras limitando y encareciendo su acceso a la financiación.
Por otro lado, los Reales Decretos 2/2012 y 18/2012 de saneamiento del sector financiero, orientados a la cobertura del deterioro ocasionado en los balances bancarios por los activos vinculados a la actividad inmobiliaria, representaron para las entidades de crédito un esfuerzo considerable en términos de provisiones durante el ejercicio 2012.
Finalmente, al incremento de provisiones se unieron las exigencias de capital principal del 9% introducidas por la Ley 9/2012, a cumplir a partir del 1 de enero de 2013. Estos factores, en conjunto, limitaron y encarecieron la oferta de crédito a lo largo del año.