Madrid. La inflación y el crecimiento del desempleo en Europa Occidental previsiblemente harán disminuir el consumo privado en la zona euro, imponiendo una presión añadida al mercado de retail, según el informe publicado por la consultora inmobiliaria BNP Paribas Real Estate. España e Italia se perfilan como los países más expuestos al descenso de ventas del comercio minorista en 2012 y 2013, como consecuencia de los recortes fiscales y la baja actividad económica. Para Alemania, Francia y Reino Unido se espera un ligero crecimiento de las ventas en los ejercicios 2012 y 2013, de entre el 1% y el 2%, por término medio.
Pese al contexto de incertidumbre económica, los mejores ejes comerciales de las principales ciudades europeas demostraron fortaleza, con crecimientos anuales de rentas en siete de las nueve ciudades analizadas. Las reducciones se observaron en Madrid (-16%) y Bruselas (0%). De hecho, la disponibilidad de locales comerciales es limitada en las áreas prime, lo que está dejando insatisfecha una importante demanda de este tipo de inmuebles. Así, por ejemplo, el interés de retailers internacionales hizo crecer durante 2011 las rentas prime de Londres y París, un 7% y un 10%, respectivamente. En las cuatro principales ciudades alemanas, las rentas prime se incrementaron un 6% en 2011. En Madrid, la renta prime consiguió estabilizarse al finalizar el ejercicio.
La evolución al alza de la inversión fue el principal rasgo del mercado retail durante el ejercicio 2011, aunque perdió algo de fuerza en el primer trimestre de 2012. A pesar de este debilitamiento, los primeros tres meses del año se han cerrado con un significativo crecimiento del 23% anual en las nueve principales ciudades de Europa Occidental. Alemania, que se mantiene fuerte gracias a las buenas previsiones económicas, consolidó su posición de liderazgo por delante de Reino Unido. La actividad sólo ha descendido significativamente en Milán (-54%) y Madrid (-73%), en sintonía con la contracción general del resto de sus segmentos inmobiliarios. Las rentabilidades prime se mantuvieron en general estables o crecieron ligeramente, como ha sido el caso de París.