La conexión de la desaladora de Santa Eulària des Riu con la red en alta de Ibiza es el primer proyecto financiado con el impuesto del turismo sostenible en las Islas Baleares. De este modo se cierra el anillo de interconexión de las desaladoras de Vila, Santa Eulària des Riu y Sant Antoni de Portamany, que podrán alcanzar toda la isla con agua potable.
El proyecto, que lleva a cabo la Agència Balear de l’Aigua i la Qualitat Ambiental (Abaqua) mediante un encargo de gestión a Tragsa, tiene un coste de 2,63 millones de euros, de los que casi 2 se han financiado con los fondos recaudados con el impuesto del turismo sostenible.
Para poder conectar la desaladora de Santa Eulària des Riu con la red de abastecimiento en alta de Ibiza se ejecutan, desde finales de febrero, las obras de una conducción de 400 mm de diámetro y 450 m de longitud, que se prevé que estén acabadas entre julio y agosto de este año.
Asimismo, se proyectará un grupo de bombeo y se construirá un edificio que acogerá los elementos de control y maniobra en el nudo de sa Llavanera, donde se cruzan las arterias de la distribución de agua potable en Ibiza, un dispensador de agua potable para camiones y una conducción para la evacuación y el drenaje de los depósitos de la desaladora. En este caso, el plazo de ejecución es de doce meses.
Precisamente, la ampliación del depósito regulador de agua tratada proveniente de la desaladora es otro proyecto que financia el fondo del impuesto del turismo sostenible, con 1,9 millones. Consiste en añadir 5.000 metros cúbicos a la capacidad actual, que es de 10.000 m3. En este punto también empieza la cañería que alcanza la urbanización de la Roca Llisa, ya ejecutada.
Cuando acaben estas obras, Ibiza será la primera isla con todas las desaladoras conectadas, con las interconexiones que ha llevado a cabo el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, y que están pendientes de la electricidad y las pruebas de sanidad para poderse utilizar. En cuanto a la instalación desaladora de agua de mar de Santa Eulària, se prevé que entre en funcionamiento el mes de abril.
El Plan Anual de Impulso del Turismo Sostenible para 2016 había marcado como prioridad proyectos de mejora del ciclo de agua, después de la sequía importante que había sufrido, especialmente, Ibiza». Financiar el abastecimiento por medio de las aportaciones de los visitantes de las islas hace que las obras no repercutan en el precio de la tarifa del agua.
La mitad de los treinta millones de euros que la Comunitat Autónoma dedica a proyectos gracias al trabajo del Govern y la solidaridad de los turistas en 2016 pondrán solución a uno de los problemas endémicos de las Islas Baleares, el abastecimiento de agua. Las obras a la desaladora de Santa Eulària forman parte de dieciséis proyectos destinados a la mejora de las infraestructuras hídricas.
El 80% (23,8 millones de euros) del importe del fondo correspondiente a 2016 que se dedica a proyectos se invierte en proyectos medioambientales, de los cuales se puedan beneficiar la gran mayoría de los ciudadanos de las Islas Baleares. El 20% restante (6,2 millones de euros) se reparte entre trece proyectos orientados al resto de las prioridades que prevé la Ley del impuesto del turismo sostenible.