Según Hipoo, la inversión en activos inmobiliarios permite que el capital invertido crezca a la par que los precios.
Mantiene el poder adquisitivo del inversor por dos motivos: por la rentabilidad que le da el alquiler, y porque la vivienda es capaz de generar plusvalía, y por lo tanto, revalorizarse.
Persona de mediana edad con capacidad de ahorro y sueldo superior a 30.000 euros anuales, perfil inversor inmobiliario según Hipoo.
El dato de la inflación de agosto ha marcado otro aumento significativo, el 10,5 %. La vivienda, según un informe del Banco de España, es junto al turismo el responsable de la inflación subyacente (se excluyen alimentos frescos y energía), que se incrementó un 5,3% en España entre julio de 2019 y julio de 2022.
La inflación es el principal mecanismo de erosión de nuestra capacidad adquisitiva, pero para el director de Desarrollo de Negocio de Hipoo, Juan Pedro Zamora, también se pueden conseguir beneficios de ella a través de la inversión inmobiliaria. Y es que para el experto de la plataforma online de intermediación hipotecaria “la inversión en este tipo de activos permite, en la mayoría de casos, que nuestro capital crezca a la par que los precios”.
Zamora asegura que comprar una vivienda como activo financiero es uno de los mayores seguros para protegerse de la inflación. “No existe un activo real que absorba la inflación mejor que la vivienda”, comenta el experto. “La relación entre su volatilidad y beneficio a largo plazo son casi imbatibles». Al comprar una vivienda como activo de inversión, se revalorizará con el tiempo. Por lo tanto, “estamos hablando de un importante mecanismo a tener en cuenta frente a épocas con una inflación aguda”.
Zamora advierte que la vivienda como activo de inversión es un buen elemento financiero a largo plazo, dado que ayuda a mantener el poder adquisitivo del inversor. “Esto sucede por dos motivos: porque la vivienda puede ser alquilada, produciendo así rentabilidad, y porque la vivienda es capaz de generar plusvalía, y por lo tanto, revalorizarse”.
El precio de la vivienda nueva, en máximos históricos
Analizando los últimos datos del Colegio de Registradores de España sobre el precio medio de la vivienda en España en los últimos 12 meses, se puede concretar que la inflación está llevando al mercado inmobiliario nacional a números nunca vistos. El metro cuadrado de nueva vivienda, se colocó en el segundo trimestre del año en 2.035 euros, récord en su serie histórica. Por su parte, el metro cuadrado de vivienda de segunda mano alcanzó, en el mismo período de tiempo, los 1.861 euros, una cifra a la que no se llegaba desde 2011.
En términos generales, los registradores establecen que el precio medio de la vivienda en España se incrementó un 7,4% después del segundo trimestre del año, muy por encima del 3,9% dado en el mismo período de tiempo del año 2021.
Persona de mediana edad con capacidad de ahorro y sueldo superior a 30.000 euros anuales
El director de Desarrollo de Negocio de Hipoo apunta, del mismo modo, que el perfil de inversor inmobiliario es muy preciso: persona de mediana edad (35 años – 55 años), con capacidad de ahorro, sueldo superior a 30.000 euros anuales, estabilidad laboral y nivel muy bajo de aversión al riesgo.
En cuanto a la tipología de vivienda destinada a la inversión, Zamora observa que suelen ser inmuebles en zonas prime de ciudades importantes y zonas costeras. En cuanto a su precio, “pese a poder pensarse lo contrario, cuanto más barato mejor, porque habrá una mayor tasa de interés real, y con ello, un mayor beneficio”.
España, en niveles del año 1984. Adaptarse a la inflación
La inflación en España se ha colocado en niveles nunca vistos desde el año 1984. Los datos arrojados por el INE colocan a la economía nacional en una posición dubitativa. La pérdida del poder adquisitivo de la población, según los expertos, va a traer consigo una ralentización económica en el corto y medio plazo.
A modo de observación y tomado como consejo de experto, Zamora es cauteloso frente a la situación actual. “Hay que entender que esta situación inflacionaria es una parte más del ciclo económico que se inició en el año 2.000, y que, pese a ser dolorosa será limitada en el tiempo”, recalca. Declara, de la misma forma, que la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo del pasado jueves 8 de septiembre tenía como objetivo frenar la escalada de precios. “Además, parece que tenemos noticias esperanzadoras como la caída de un 30% del precio del petróleo o la estabilización de los bonos soberanos. En nuestra opinión, no es una inflación estructural y eso puede ser algo positivo de cara al medio plazo”.
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