Madrid. La Fundación FAES ha presentado hoy la edición en castellano del Índice de Libertad Económica, que analiza el desarrollo de las políticas económicas de 184 países de todo el mundo entre julio de 2010 y junio de 2011. El documento concluye que, en este periodo, la libertad económica mundial disminuyó debido al aumento de la “tensión entre el control del gobierno y el mercado libre”. “La creciente carga del gasto gubernamental sobrepasó, en mucho casos, los logros en libertad económica conseguidos en otras áreas”, señala el Índice, que elaboran anualmente The Heritage Foundation y The Wall Street Journal.
La ‘nota’ media de los países analizados es de 59,5, lo que supone una caída de 0,2 puntos en relación al año anterior. El Índice apunta que “la renovación de la inestabilidad y el estancamiento económico provocada por la crisis de deuda soberana en algunas economías clave asestó un duro golpe al progreso económico mundial”.
En relación a España, el Índice pone de manifiesto que, entre julio de 2010 y junio de 2011, retrocedió cinco posiciones en la clasificación mundial de países más libres económicamente y pasó del puesto 31 al 36. También perdió posiciones en términos cuantitativos, al pasar de 70,2 puntos a 69,1. Países como Jordania, Botswana, Georgia y Emiratos Árabes aparecen mejor situados que España, que forma parte de las economías consideradas ‘moderadamente libres’. Los países que lideran la clasificación son Hong Kong, Singapur y Australia.
El Índice de Libertad Económica se publica anualmente desde 1995 y tiene el objetivo de medir el grado de libertad de las economías mundiales. Así, establece una clasificación por países atendiendo a diez variables englobadas en cuatro grupos: Estado de Derecho, limitación al gobierno, eficiencia reguladora y apertura de los mercados.
RELACIÓN CON EL PIB
El Índice constituye un marco de referencia del grado de libertad económica de los países y de la relación positiva que ésta tiene con el PIB per cápita al concluir que, en todas las regiones, una libertad económica mayor da lugar a un mayor desarrollo humano. Así lo ha indicado en la presentación James Roberts, investigador del Center for International Trade and Economics de The Heritage Foundation.
Roberts ha observado que la disminución de la puntuación de España se debe a que “los gastos gubernamentales han aumentado mucho durante el período analizado”. “Los resultados buenos corresponden a las áreas que señalan la apertura de los mercados, mientras que los que no lo son pertenecen a las de libertad fiscal y gasto público”, ha comentado.
El acto de presentación de la edición en castellano del Índice ha sido introducido por Miguel Marín, director de Economía y Políticas Públicas de FAES, y en él han participado también Pedro Schwartz, presidente del Consejo Económico y Social de la Comunidad de Madrid; Francisco Cabrillo, catedrático de Economía, y Joaquín Trigo, director general del Instituto de Estudios Económicos.
AUMENTO MUNDIAL DE DEUDA
Pedro Schwartz, en su turno, también ha aludido al aumento mundial de la deuda pública que señala el Índice. “La mayor parte de los países del mundo, sobre todo aquellos que han sufrido crisis, tienen un índice de deuda excesivamente alto respecto del PIB”, ha considerado el presidente del Consejo Económico y Social de la Comunidad de Madrid al hilo de las conclusiones del documento.
Schwartz ha alertado en particular de la situación económica de los países en los que se han desarrollado las denominadas ‘Primaveras Árabes’, en relación a los cuales ha dicho que “tenemos que sentirnos preocupados por su futuro”. Schwartz ha atribuido esa prevención a la combinación entre falta de trabajo, economías intervenidas y altos niveles de corrupción.
PERTENENCIA A LA UE
Por su parte, Francisco Cabrillo se ha referido a las variables en las que España está mejor y peor situada en el Índice. Entre las primeras ha destacado “la libertad comercial, la monetaria, la relativa a los negocios, y las referidas a la inversión y las finanzas”. Cabrillo ha hecho notar que “buena parte de estas cuestiones vienen determinadas por el hecho de pertenecer a la Unión Europea. No corresponden a decisiones autónomas de los gobiernos españoles”.
Cabrillo ha manifestado que, por otra parte, las variables en las que España obtiene peores resultados “se refieren fundamentalmente al gasto público, a la presión fiscal y a la regulación del mercado de trabajo”. Para Cabrillo, en medio de esta situación, destaca en positivo el comportamiento global del comercio internacional, punto clave que distingue la actual crisis de la de la década de los 30.
MÁS PROSPERIDAD
El director general del Instituto de Estudios Económicos, Joaquín Trigo, ha afirmado que “los gobiernos no deben sustituir a la sociedad; cuánto menos la intenten orientar más libre será; cuánto más libre sea, más rica será también”. “Los países que tienen más libertad son más prósperos”, ha subrayado.
Trigo ha señalado que son el gasto gubernamental y la libertad laboral las variables que lastran a España en la puntuación final del Índice de Libertad Económica. “Si mejoráramos esas dos cosas nos iría mejor”, ha dicho. Trigo ha denunciado que el sector público español “es eficaz pero no eficiente” y que “ha crecido desaforadamente” y ha llamado a “acabar con malas prácticas” en lo laboral y a aplicar “una deontología acorde a la situación actual”.