Madrid. Los obstáculos burocráticos y urbanísticos que existen en varios países europeos, incluido España, han sido algunas de las quejas vertidas por Mikael Ohlsson, presidente de la multinacional sueca IKEA, en una entrevista concedida a The Walt Street Journal. No obstante, Ohlsson sigue considerando a España como una oportunidad de crecimiento a largo plazo.
En su repaso a la actividad del negocio en España, el presidente de IKEA señalaba que “el mueble español y el mercado nacional al por menor se ha reducido de 18.000 a 10.000 millones de euros, mientras que el desempleo se ha disparado del 7% al 24%. Sin embargo, la necesidad de tener una casa bonita queda, y nuestra cuota de mercado aumentó en un 5% el año pasado y esperamos que esta tendencia continúe”. En este sentido, IKEA quiere construir 10 nuevas tiendas y una serie de centros comerciales en España, una inversión que que podría crear 20.000 puestos de trabajo y atraer una inversión de miles de millones, según Ohlsson.
Tras reconocer que ahora la inversión no es lo rentable que era hace unos años, sí cree que lo sea en el largo plazo, una vez que la economía española se recupere. «Sabemos de los lugares y las ciudades. Dos de Valencia, una en Madrid y reubicaciones de tiendas en Granada y Sevilla, pero debido a los reglamentos de zonificación español, tomará por lo menos cinco años para seguir adelante con este programa”, se quejaba de los grandes obstáculos, tanto administrativos como urbanísticos, que hay que superar. “Si por nosotros fuera, podríamos ponerlos en marcha mañana mismo, contribuyendo así a la economía española y a crear puestos de trabajo y contratos de construcción. El país lo necesita y estamos dispuestos a hacerlo”, añadía.
Sobre la evolución de la actividad en lo que va del año en otros mercados, las ventas en EEUU –el segundo mayor mercado de IKEA, después de Alemania, que representa entre el 10% y el 11% de la facturación de la compañía– se han incrementado en un 7%, y la compañía espera mantener el crecimiento de este año fiscal, a pesar de los problemas de liquidez y de un clima económico general bastante negativo.