Madrid. La compra de Banco de Valencia por parte de CaixaBank le ha supuesto quedarse con una participación del 30% del capital de Aguas de Valencia (AVSA), aunque de forma indirecta a través del empresario Eugenio Calabuig en la sociedad Inversiones Financieras Agval. Un tema peliagudo toda vez que Calabuig tiene el control tras un polémico acuerdo con Banco Valencia, judicializado a instancias del FROB
A todo esto se añade, las manifiestamente mejorables relaciones entre Agval y la sociedad francesa, propietaria del 33% de las acciones restante. Socio incómodo donde los haya dada su doble condición de socio en la valenciana y también en la catalana Agbar junto a Caixabank.
Conocedora de todos estos extremos, CaixaBank no quiere sorpresas y ha decidido entrar en el consejo de Aguas de Valencia para encontrar una solución, tanto para su propia participación en Inversiones Financieras Agval, para cuya venta es necesario pasar por un tanteo en el que Calabuig tiene derecho preferente, como para la de Suez, atrapada en una empresa en la que no tiene capacidad de gestión y por cuya parte pagó un precio fuera de mercado.
Con este movimiento, la Caixa trataría de alcanzar un acuerdo que permita a su socio en Agbar, Suez, tomar el control de Aguas de Valencia. Aunque la Comisión Nacional de la Competencia entiende la existencia de un conflicto de intereses por la presencia del grupo presidido por Isidro en las dos empresas de agua, no entendió lo mismo en el caso de Suez, aceptando la participación en la concesionaria valenciana, por lo que de alcanzar un acuerdo con Calabuig se abriría la puerta a una concentración.
En medio de estos movimientos, AVSA celebra consejo de administración sin que el orden del día contemple relevos o cambios en su composición. El Banco de Valencia contaba con tres representantes, uno en nombre del banco y otras dos sociedades.
A requerimiento de la Comisión, CaixaBank ha respondido al regulador que optará entre ambas mercantiles en el plazo de 45 días desde la resolución que autoriza la adjudicación del Banco de Valencia. O sea, hasta el 15 de abril, dado que esa adjudiación tiene fecha de 28 de febrero del presente año.
Eugenio Calabuig, presidente de AVSA, tiene el control de la compañía porque posee algo más del 50 % de Inversiones Agval (el resto era propiedad del Banco de Valencia), máxima accionista de la concesionaria valenciana. Pero el juez ha embargado el 7 % de las acciones de Agval, algo que CaixaBank podría esgrimir para forzar cambios en los órganos de gestión. Lo dicho. Toda una ‘patata caliente’ que Isidro Fainé tratará de sortear de la mejor manera posible para los intereses de la sociedad que preside.