El interés de la inversión árabe por el gran lujo ha vuelto a ponerse de manifiesto en los últimos días con la compra de dos de los hoteles de cinco estrellas, en Madrid y París, y seguramente lo seguirán haciendo con cualquier otro establecimiento que se ponga a tiro. Saben de las necesidades de liquidez de los propietarios, nacionales y extranjeros, y están aprovechando las oportunidades que se presentan.
La semana pasada fue el hotel Ritz el que cambió de manos en Madrid, y ahora ha sido el Intercontinental Paris-Le Grand el que ha sido traspasado en la capital francesa. En este caso, el grupo británico InterContinental Hotels Group (IHG) ha vendido mediante un acuerdo de sale& management back su último activo en Europa, por 330 millones de euros, Constellation Hotels Holding Limited (Constellation), inversor con sede en Qatar. El comprador se comprometió a realizar una reforma integral del hotel en el marco de su compromiso de gestión a largo plazo.
El InterContinental Paris-Le Grand, con 470 habitaciones, está ubicado en el corazón de la ciudad, junto a la Ópera Garnier. La venta representa una oportunidad única en un mercado con importantes barreras de entrada debido a la escasez de oferta y a la enorme demanda de activos «trofeo».
Lo mismo ocurrió la semana pasada con el hotel Ritz de Madrid tiene nuevos dueños. Alicia Koplowitz y Belmond aceptaron la oferta de 130 millones del grupo árabe Olayan y de la firma hotelera Mandarin, que se hará cargo de la gestión del establecimiento. Los antiguos propietarios habían comprado el hotel en 2003 por 122 millones a los japoneses de Nomura.
Mandarin redobla su apuesta por España. Ya gestiona un hotel en Barcelona, aunque en este caso el establecimiento es propiedad del Grupo Reig. Según fuentes del sector, el hotel barcelonés el que tiene un mayor ingreso medio por habitación de toda España. Mandarin tiene hoteles de gran lujo en Macao, Barcelona, Las Vegas, Nueva York, Boston y Praga, entre otras ciudades. En total opera cerca de 11.000 habitaciones en 43 hoteles.