Palma de Mallorca. Los nuevos requerimientos de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) para dar el visto bueno a la integración entre Orizonia y Globalia, ha dejado en punto muerto la operación.
Dos consecuencias inmediatas, los todavía gestores de Orizonia –fondos de inversión y bancos, que soportan su deuda de más de 640 millones- han incluido al Grupo en la Ley Concursal para ganar tiempo y tratar que en los próximos cuatro meses todo se solucione. Una medida que se ha tomado, según Orizonia, para evitar la posibilidad de que algún acreedor solicitase y ante la, según ellos, negativa de Globalia, a cumplir sus compromisos.
Desde el grupo presidido por Juan José Hidalgo las cosas se ven de otra manera. Aseguran haber anticipado ya 20 millones para que Orizonia prosiguiese con la actividad y pudiera afrontar el pago de las nóminas, pero ya no están dispuestos a poner un euro más a fondo perdido sin tener la seguridad de que Competencia no podrá obstáculo alguno para que la operación de integración se pueda finalmente sustanciar.
La opción de compra sobre Orizonia caducó el pasado 31 de enero y, ante la decisión del organismo de Defensa de la Competencia de abrir una segunda fase para analizar en profundidad la operación, Globalia accedió a prorrogarla hasta el próximo 17 de febrero.
El grupo turístico que preside el empresario Juan José Hidalgo anunció en diciembre la operación, que contó con el respaldo de la mayoría de los acreedores de Orizonia, que incluye la aceptación de deuda y una inyección de capital de hasta 60 millones de euros.
De autorizarse la operación, la suma de ambos grupos colocará a Globalia como el primer grupo turístico español, con una facturación anual que supera los 4.000 millones de euros y una red de 1.500 oficinas repartidas entre España y Portugal, por delante de Viajes El Corte Inglés (2.425 millones de euros) y Barceló (1.500 millones), con 400 agencias en 22 países y 140 hoteles.