La expresión ‘hacer las Américas’ se convirtió en sinónimo de empezar una nueva vida repleta de oportunidades en una tierra desconocida y, por ende, cautivadora. En la actualidad, las fronteras del mundo se han estrechado considerablemente al tiempo que las distancias se han reducido. Con esta filosofía en mente, Lançois Doval, empresa referente a nivel nacional de propiedades singulares, fincas e inversiones, amplía su actividad hasta América del Sur.
El continente sudamericano ha causado siempre una gran fascinación en este lado del Atlántico debido a su inmensidad a las supuestas oportunidades de inversión y negocio que se esconden tras él. Un atractivo que se traslada también al terreno de las grandes propiedades patrimoniales y que abre un catálogo de opciones para los inversores verdaderamente notable. La firma comparte esta visión y por ello llevaba tiempo planeando su desembarco en Latinoamérica.
En esta primera fase, la actividad de Lançois Doval se concentrará en dos de los países con mayor potencial de la región, Argentina y Uruguay. Se trata de dos países que, sobre todo en el segundo caso, disponen de previsiones macroeconómicas bastante interesantes para tener en cuenta de cara a una hipotética inversión patrimonial de calado. Por otro lado, los citados países necesitan, especialmente, Argentina, la llegada de capitales extranjeros para poder reactivar con mayor rapidez sus relativamente deprimidas áreas rurales. Las devaluaciones de sus respectivas monedas nacionales posibilitan que el euro sea una divisa que salga fortalecida en los cruces.
Sobre una de las primeras grandes fincas que los inversores tienen a su disposición en el territorio americano se sitúa en la provincia argentina de La Rioja. Concretamente, en la localidad de Vichigasta, en el norte del país.
La finca en cuestión se extiende a lo largo de 3.217 hectáreas y dispone de las infraestructuras necesarias para su explotación comercial como finca de producción olivícola. La mecanización de las tierras de cultivo es completa, disponiendo en la actualidad de una superficie plantada de 1.122 hectáreas (con riego por goteo instalado en todos los campos). En estos momentos, la explotación genera en torno a 2.520 toneladas de aceite al año, con una producción aceitunera de unas 16.800 toneladas anuales. La inversión permitiría que en los próximos años se elevaran estas cifras.
Según Roberto Menetray, CEO de Lançois Doval, consultora encargada de la venta de esta finca, añade «esta propiedad, una de los más importantes de Argentina, está totalmente mecanizada, con riego, maquinaria de primer nivel que cuenta con tecnología de punta alemana, española e italiana, mejoras de trabajo y casas excepcionales y muy buen nivel productivo, con superficie disponible para ampliar».