Guadalajara. El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, acompaña mañana a Su Alteza Real el Príncipe de Asturias en el acto de inauguración del Complejo Hidráulico ‘Los Molinos’ del embalse de Bolarque en Guadalajara.
Se da la circunstancia de que este embalse cumple este año un siglo y fue inaugurado por el bisabuelo del Príncipe Felipe, el rey Alfonso XIII un 23 de junio de 1910. En ese momento era una de las primeras centrales hidroeléctricas españolas generadoras de corriente alterna. La construcción de la central hidráulica y de la presa comenzó en el año 1907. Contó, en el año 1908, con 1.300 obreros.
Fue uno de los proyectos de mayor envergadura de la época, tanto en maquinaria como en personal, lo que incrementó notablemente la población en la comarca.
Bolarque empieza a crecer con la construcción de las Centrales Zorita y Almoguera que, en 1947, se acoplan al sistema madrileño. En 1954 se puso en marcha la central ‘Bolarque I’, y se cerró la anterior. Se recreció la presa hasta 642 metros, con una recogida de 30,7 Hm 3 de agua, coincidiendo con la construcción de los embalses de Entrepeñas y Buendía. La maquinaria despojada de la vieja Central de Bolarque se convirtió en un excelente museo técnico e histórico.
Un segundo proyecto, ‘Bolarque Reversible’, inaugurado por el Príncipe Juan Carlos de Borbón en 1974, fue aprovechar el represado para trasvasar agua del Tajo al Segura, para lo que se construyó una central de bombeo que eleva el agua a la presa de La Bujeda en la Sierra de Altomira, desde la cual y por gravedad cae el agua hasta el embalse de El Talave, ya en la cuenca del Segura.
El tercer proyecto, la minicentral hidráulica ‘Los Molinos de Bolarque’, de 4,33 megawatios de potencia instalada, será inaugurada mañana por su Alteza el Príncipe Felipe. El proyecto ha sido acometido por la compañía «Generación Peninsular», propiedad de Unión Fenosa, que realiza un aprovechamiento más eficiente del caudal ecológico del Tajo y abastece a un millar de familias.
La nueva central está ubicada en la margen izquierda aguas abajo de la presa, y su función será aprovechar al máximo los caudales de mantenimiento necesarios en el Tajo, y actualmente aprovechados por la central Bolarque I, de modo que se incremente la producción al mejorar el rendimiento de las máquinas actuales.