Madrid. A partir del próximo mes de mayo, cuando el Banco de España publique los datos de morosidad que arrastra el sistema financiero, se podrá tener una idea más precisa de cómo está evolucionando este ratio con la que está cayendo. No ya solo en el sector inmobiliario, sino también en el resto de actividades productivas.
Los últimos datos conocidos, entre diciembre de 2012 y los hoy publicados correspondientes al mes de febrero 2013, hay que cogerlos con alfileres. Las bajadas registradas, tanto en un mes como otro –en enero volvió a subir – se relacionan con el traspaso de activos de las entidades al banco malo, la Sareb, con lo que de nuevo se situó en sus mínimos desde julio de 2012.
Y es que los datos de crédito dudoso, que cae a 161.871 millones de euros desde los 170.670 millones del pasado enero, se corresponde prácticamente con ese traspaso efectuado en febrero por los bancos incluidos en el Grupo 2.
Por eso, en mayo, ya sin filtro alguno, se comprobará si, efectivamente, esa morosidad se mantiene en torno al 10% o incluso es capaz de bajar de esta barrera o si, por el contrario, retoma la senda ascendente que venía tomando hasta el pasado mes de noviembre, superando ampliamente el 11%.
Si nos fijamos en los datos de febrero de 2012, el ratio de mora ha crecido algo más de dos puntos porcentuales en esos doce meses, ya que entonces se situaba en el 8,30 %, con un volumen crediticio de 176.337 millones de euros, de los cuales 146.389 millones eran dudosos. Aunque el Banco de España no facilita los datos segregados por tipos de entidades, sí distingue entre bancos, cajas y cooperativas, por un lado, y establecimientos financieros de crédito, por otro.
La morosidad atribuida al primer grupo cayó en febrero al 10,53 %, desde el 10,93 % de enero, con una cartera de crédito dudoso de 157.135 millones, frente a los 165.819 millones que sumaba el mes anterior. Por su parte, los establecimientos financieros especializados en créditos al consumo han visto en febrero cómo su morosidad repetía porcentaje, el 9,29 %, con un volumen de crédito de 37.570 millones de euros, de los cuales 3.488 eran dudosos.
El descenso en la morosidad de febrero ha tenido lugar pese a la entrada en concurso de Reyal Urbis, que se declaró en suspensión de pagos en febrero. La inmobiliaria tenía una deuda de 4.400 millones. Del total, unos 3.000 millones corresponden a créditos pendientes de devolver al sector financiero, aunque entre las entidades afectadas había fondos buitre y bancos extranjeros.