Desde Jones Lang LaSalle, en una primera valoración de estos datos, tenemos que decir que no nos sorprenden, y pensamos que hay que puntualizar lo siguiente:
– Se trata de compraventas registradas, es decir, en el caso de las viviendas nuevas (220.633 unidades), se trata de viviendas que se vendieron hace dos, tres o cuatro años y ahora se entregan.
– El dato de que el total de viviendas transmitidas durante 2009 ascienda a 414.811 unidades nos deja la duda de saber cuántas de éstas suponen una absorción del stock actual.
– Una bajada del 24,9 % puede parecer mucho, pero no hay que confundirse, ya que las transmisiones que se produjeron en años anteriores, y principalmente la cifra “tope” de 2006 (916.000 unidades), se debían en gran parte a la salida de una demanda que estaba embolsada desde hacía años.
– La absorción de viviendas, en un mercado normal, tanto inmobiliaria como financieramente hablando, debería situarse en el rango de las 350.000 a las 400.000 unidades/año.
Nos quedamos con algunas preguntas por responder antes estos datos:
– ¿Cuántas, de las denominadas viviendas de segunda mano corresponden a personas que compraron en su día una vivienda como inversión, y ahora hacen “caja” con ella?
– ¿Qué porcentaje del total de viviendas han sido transmitidas por entidades financieras, tanto de las nuevas como de segunda mano?
Como conclusión, es pertinente señalar que hay una demanda real (usuarios que buscan casa para vivir) de vivienda en España, y que el volumen de las transmisiones que se realicen irá marcado por el ajuste de precios y el comportamiento del mercado financiero. Sin olvidar como es lógico la elevada tasa de paro que padecemos. Sin embargo, como novedad con respecto a finales de 2009, desde Jones Lang LaSalle estamos observando que este año hay algo más de movimiento en la venta de viviendas; hay más llamadas, visitas e interesados. En los próximos dos o tres meses veremos si de trata de algo serio, o simplemente ha sido un oasis en el desierto de esta crisis.