Marshall Wace, Cigogne Management, Davidson Kempner y Psquared Asset son nombres que pudieran pasar un tanto desapercibidos para el común de los mortales. No para Merlin, la más grande socimi de España dirigida por Ismael Clemente, que, tras quedarse con Testa, pasará a contar con activos valorados en más de 5.000 millones de euros.
Los cuatro fondos han acumulado en pocas semanas más del 5% del capital de la socimi en operar a corto, especulación pura y dura de tomar préstamos sobre los títulos para venderlos cuando pierdan su valor. Más de 10 millones de acciones, valoradas ahora por menos de 100 millones de euros. Y la jugada les está saliendo redonda a estos fondos a la vista de la cotización bursátil, ya que el bajón de los títulos superan ya el 10%.
Antes de que Merlin se embarcara en la primera ampliación de capital, la llevada a cabo el pasado mes de abril, las posiciones a corto sobre la socimi se habían mantenido estancadas en el 0,24% de su capital desde su salida a bolsa. Pero, desde entonces, los cuatro fondos decidieron entrar en esta estrategia de jugar a la contra.
Primero lo hizo el fondo fundado por Paul Marshall y Ian Wace, con una inicial notificación a la CNMV realizada el pasado 18 de junio, reconociendo posiciones cortas representativas del 0,5% del capital de Merlin. Desde entonces, ha seguido comprando acciones a préstamo hasta superar el 1% de la socimi.
Una operativa más sostenida y conservadora que la puesta en marcha por Crédit Mutuel (a través de Cigogne), Davidson Kempner y Psquared Asset, cuya irrupción en esta estrategia está resultando fulgurante.
En el caso de Crédit Mutuel, a las primeras compras, notificadas al regulador bursátil el pasado 22 de julio, comunicando contar con el 0,92% del capital, le han seguido masivas compras a crédito de títulos. Hasta el 28 de julio acumulaba más de 4 millones de acciones, representativas del 2,11% del capital, y valoradas en cerca de 41 millones de euros.
Lo mismo que han hecho Davidson Kempner y Psquared Asset, fondos que en la última semana del pasado mes de julio se han situado a corto en Merlin, con el 1,75% y el 0,52% de su capital, respectivamente.
En el lado opuesto, algunos de sus accionistas de referencia han optado por respaldar sin ambages la gestión del equipo que dirige Clemente. Así, el banco suizo UBS -principal artífice de cuantificar en 1.000 millones el importe de la actual ampliación- atesora, tras las últimas compras, casi 16 millones de acciones, equivalentes al 8,13% del capital.