Como el resto de madrileños, los nuevos vecinos del barrio de Valdebebas han podido comprobar, por primera vez, la cuantía anual con la que el Ayuntamiento de Madrid grava la tenencia de inmuebles a través del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y, claro, se han llevado un duro varapalo por el elevado importe que deben pagar. Por ello han decidido mover Roma con Santiago para que se revise a la baja del impuesto.
Las reclamaciones han provocado que el Servicio de Planificación, Coordinación e Inspección Catastral, dependiente de la Agencia Tributaria del Ayuntamiento de Madrid, reciba a representantes de la Asociación de Vecinos de Valdebebas.
Los técnicos municipales vinieron a decir que, a efectos de valor catastral, no se hace diferencia entre viviendas protegidas y viviendas libres: si dos viviendas tienen el mismo número de metros, anexos y zonas comunes pagarán la misma cantidad, con independencia de que uno sea libre y otra protegida.
Además, que para determinar el “valor de mercado de un barrio”, se toma como referencia únicamente el precio de la vivienda libre. Dicho de otra forma: la vivienda protegida en Valdebebas es una isla rodeada de una vivienda libre que todos sabemos que no es barata, lo cual hace que todos los recibos de la zona se vean empujados al alza. A Valdebebas se le ha asignado un valor del suelo de 1.305 euros por metro cuadrado.
Aunque la ley determina que el valor catastral nunca puede superar el precio de módulo, el problema surge por el hecho de que los precios de módulo de la vivienda protegida se fijaron en 2008 y desde entonces no se han revisado. Y hoy la diferencia de precio ya no es tan considerable como en el pasado, por eso este límite no está siendo de utilidad y no hay diferencia entre el valor catastral de una vivienda libre y una vivienda protegida.
El valor de mercado a efectos catastrales se compone de tres elementos: valor del suelo, valor de la construcción y los llamados “gastos y beneficios de la construcción” (esos gastos que incrementan el precio de una vivienda). El valor del suelo nunca disminuye, mientras que el valor de la construcción sí. Cuanto más antigua es una vivienda menos paga por este concepto.
Así, una vivienda con 60 ó 70 años en el barrio de Salamanca apenas pagará nada o muy poco como valor de construcción (porque a efectos de la ley está “agotado” su valor, con independencia de que el edificio esté rehabilitado), mientras que una vivienda nueva en Valdebebas lo pagará en su totalidad.
Ante estas explicaciones, desde la asociación de vecinos han solicitado la aplicación del límite del precio de módulo, de manera que ningún valor catastral puede estar por encima del precio que figure en la calificación definitiva.
Además, existe la posibilidad de aplicar un factor corrector cuando hay supuestos de indefinición urbanística, como ocurre en Valdebebas por carecer de proyecto de reparcelación, que pueden rebajar el valor catastral un 20%.
Actualmente las viviendas protegidas tienen una bonificación del 50% en el recibo del IBI durante los tres primeros años, pero se va a solicitar que dicha bonificación se mantenga total o al menor parcialmente una vez superados los tres años.