El Estado sigue metiendo dinero en Paradores para paliar las pérdidas provocadas por una afluencia de visitantes cada vez menor, en parte provocada por la subida de precios. Algo contraproducente a todas luces.
Ahora, acaba de llegar la nueva aportación de capital. En esta ocasión han sido 30 los millones de euros inyectados para reequilibrar la situación patrimonial. Si sucede lo mismo que el pasado año –cuando en febrero se aportaron 30 millones y luego, en agosto, otros 5–, a lo largo del segundo semestre seguramente habrá que hacer una nueva aportación. En el último año y medio, las cantidades aportadas por el Estado ascienden ya a 140 millones de euros.
Y todo para que la empresa acumule pérdidas y más pérdidas. Las últimas cuentas publicadas son las de 2012 y arrojaron unos números rojos de 42,4 millones. Y lo que es peor, un beneficio operativo negativo de 38 millones, tres veces más que en el año anterior. Hasta el propio auditor ha advertido de la existencia de un fondo de maniobra negativo de cerca de de 120 millones de euros.
Ante el escaso éxito obtenido por el plan de ahorro llevado a cabo, con el despido de 350 trabajadores, la reducción de jornadas y el cierre definitivo de un 7% de la red, que supuso un recorte de la inversión y una disminución significativa de los costes, la empresa presidida por Ángeles Alarcó va a contratar un asesor externo para que, con un presupuesto de 145.000 euros, plantee propuestas y corrija deficiencias en una docena de establecimientos.
Se trata de realizar una auditoría de cada una de ellos para ver qué solución se toma. O se reduce su actividad o se cierran definitivamente.
También se realizará una valoración del coste y el plazo de ejecución para dotar de un spa a los paradores de Santiago y Nerja, y construir un centro de talasoterapia en los terrenos del parador de Baiona.
Ya el año pasado, Paradores contrató a KPMG para que definiese un modelo de gestión de franquicias y diversificar sus ingresos, pero la decisión de incorporar algunos establecimientos bajo este régimen no acaba de tomarse.
Las previsiones presupuestarias para 2014 recogen unas pérdidas de Paradores de ocho millones de euros pese a los ahorros próximos a los 50 millones obtenidos gracias a la reducción de plantilla y el cierre parcial de parte de sus establecimientos.