Madrid. En el tema de los aeropuertos, como en el de las estaciones de AVE, uno no sabe muy bien a qué atenerse. En ambos casos, han costado un potosí, y, tanto en un caso como en el otro, ni siquiera han llegado a abrirse al público, ya se han cerrado o están a punto de hacerlo, o se mantienen con una afluencia mínima de viajeros.
Pues bien, en Madrid están convencidos de que hay negocio para un nuevo aeródromo. Ya está decidido sacar a concurso público la concesión para la construcción y gestión del Aeródromo del Suroeste, entre las localidades de Navalcarnero y El Álamo. Será de titularidad pública, pero sus gestores deberán poner unos 250 millones para hacerlo operativo en 2017.
Si lo hace es porque tiene la seguridad de que empresas como Ferrovial, Executive Airlines, Gestair, Tag Aviation o NetJets han echado cuentas y les salen. Si no, no habría concurso alguno. Serían las encargadas de comprar el suelo, construir el complejo, mantenerlo y gestionarlo. Para asegurar el retorno de la inversión se les otorgará una concesión larga, durante 40 años.
El volumen de operaciones calculado por el Gobierno regional y la consultora Deloitte será de 100.000 vuelos al año, aunque en sus inicios solo alcanzaría los 50.000, la mayoría, de carácter privado. Respecto al empleo, la Comunidad estima que se crearían hasta 13.000 empleos directos e indirectos durante la construcción, 6.000 durante los primeros años y hasta 10.000 una década después de su puesta en marcha.
El nuevo aeródromo acogería las operaciones de jets privados que la base militar de Torrejón ha cedido a Barajas, y que el aeropuerto internacional deberá de hacerse cargo por razones operativas y de crecimiento. También acogería las escuelas de aviación, los vuelos recreativos y los helicópteros de vigilancia de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado, reemplazando en esta función a las viejas instalaciones de Cuatro Vientos.
A nadie se le escapa que detrás de la puesta en marcha de este nuevo Aeródromo del Suroeste está el futuro complejo de Eurovegas. El presidente de Las Vegas Sands, Sheldon Adelson, había exigido que el gran centro de negocios y casinos que promueve en Alcorcón gozase de línea de tren y ventajas para aviones y helicópteros privados. El Cercanías ya conecta Alcorcón con Madrid. El aeródromo estará a apenas 18 minutos en coche por la A-5. Se revitalizará la R-5 de peaje, hoy apenas sin usuarios.