Alicante. La estrategia comercializadora con rebaja de precios incluida está empezando a dar sus frutos. Al menos, así parece ser en la Costa Blanca alicantina, con esas 9.200 viviendas vendidas durante el pasado año a, sobre todo, rusos, ingleses y noruegos, el 80% comprado por los colectivos foráneos en toda la Comunidad Valenciana. El clima, las instalaciones y la red de infraestructuras han vuelto a colocar a esta zona del Levante español como un lugar predilecto para comprar una vivienda, tanto de primera como de segunda residencia.
Los resultados no son fruto del azar. Representan el esfuerzo de un conjunto de colectivos, colegios profesionales, cámaras de comercio y promotores inmobiliarios que, con el respaldo del Gobierno de la Generalitat Valenciana, quienes pusieron en marcha una estrategia arriesgada, para menguar ese ingente ‘stock’ que lastraba la economía de la Costa Blanca y de las comarcas próximas cuya supervivencia, en términos económicos, depende directamente de las ventas de viviendas en esa franja costera.
La cifra no resulta baladí, ya que supone que en Alicante se han vendido a ciudadanos extranjeros más pisos que en Madrid y Andalucía, y prácticamente la misma cantidad de pisos y chalés que la suma registrada en regiones directamente competidoras como Cataluña, Baleares y Murcia.
Un logro que confirman la fortaleza de este mercado y el potencial que supone en Alicante para generar actividad productiva y crear empleo, ya que la compra de viviendas por ciudadanos europeos beneficia a la construcción, despachos profesionales y subsectores vinculados como industria, servicios, hostelería, comercio, textil, muebles y decoración, entre otros.
No ha sido la única buena noticia para el alicaído sector inmobiliario del litoral mediterráneo, la zona donde se concentra buena parte del excedente de viviendas nuevas sin vender. Aprovechando el tirón de la pasada eliminatoria de la Copa Davis entre España y Austria, algunos promotores de Marina d’Or, en Oropesa (Castellón), quisieran aprovechar el tirón de este evento deportivo para vender viviendas en este megacomplejo urbanistico.
Y parece ser que, gracias a una sustancial rebaja de precios aplicada, lo consiguieron. Una entidad bancaria, a través de la agencia Centro Comercial Inmobiliario, consiguió vender medio centenar en apenas una semana. Eso sí, lo hizo con una agresiva política de rebaja de precios del entorno del 60 por ciento, de forma que los apartamentos de 165.000 euros se quedaran por debajo de los 70.000 euros. Y es que la cosa está clara. Solo se producen ventas con auténticos chollos. De lo contrario, resulta imposible. Y es en esa estrategia de mayores descuentos la única posible, aunque, en algunos casos, suponga la quiebra de más de una promotora.