La situación financiera de los hogares españoles sigue siendo precaria, con una gran parte de las familias enfrentándose a serias dificultades para llegar a fin de mes. El Banco de España ha revelado los resultados de la última Encuesta Financiera de las Familias (EFF), mostrando que el 70% de las familias tienen 8.000 euros o menos en sus cuentas bancarias. Este dato refleja una estabilidad financiera limitada, especialmente en un contexto de creciente incertidumbre económica.
El informe del Banco de España proporciona una visión detallada de las finanzas de los hogares españoles a finales de 2022, destacando la influencia de diversos factores como la pandemia, los problemas en las cadenas de suministro y el aumento de los precios de la energía y las materias primas. Estos elementos han exacerbado la fragilidad económica de muchas familias, que ahora encuentran más difícil cubrir sus gastos esenciales.
La situación financiera de los hogares
La Encuesta Financiera de las Familias muestra que la mediana del saldo en las cuentas bancarias de los hogares es de 8.000 euros, apenas 200 euros más que en la edición anterior de la encuesta. Este leve incremento contrasta con las subidas más pronunciadas observadas en el pasado, reflejando la difícil situación económica que atraviesan muchas familias. La encuesta también revela que el saldo mediano es mayor en los hogares donde el cabeza de familia es un trabajador por cuenta propia o está jubilado.
Además, el 13,9% de los hogares tienen cuentas bancarias no utilizables para realizar pagos, como las cuentas vivienda. Este porcentaje tiende a aumentar con la renta y la riqueza, y el saldo mediano en estas cuentas es de 14.800 euros. Entre finales de 2020 y finales de 2022, se incrementó en 1,2 puntos porcentuales el porcentaje de hogares con cuentas para realizar pagos, aunque el saldo mediano de estas cuentas solo aumentó un 2,1%, pasando de 7.800 euros a 8.000 euros.
El informe destaca que los aumentos en la tenencia de cuentas bancarias fueron moderados para casi todos los grupos, especialmente entre los hogares con menores ingresos, los menores de 45 años, los hogares cuyo cabeza de familia está inactivo o parado, y aquellos en la cuartila inferior de la distribución de la riqueza. No obstante, se observaron caídas en los saldos medianos entre los hogares de la segunda quintila inferior de la renta, los hogares más jóvenes y aquellos cuyo cabeza de familia es trabajador por cuenta ajena.
La riqueza en bienes inmuebles
El informe del Banco de España también señala que el 70% de la riqueza de las familias españolas está concentrada en bienes inmuebles. De este porcentaje, el 42% corresponde a la vivienda principal, mientras que el 28% está en otros activos inmobiliarios como garajes, terrenos y locales. Este alto porcentaje refleja la tradicional preferencia de los españoles por invertir en ladrillo, una tendencia que se ha mantenido constante a lo largo de los años.
El resto de la riqueza se reparte entre activos financieros, que representan el 21%, y otros bienes reales, como el valor del negocio de los autónomos, joyas, arte y antigüedades. Este reparto desigual de la riqueza pone de manifiesto la dependencia de muchas familias del mercado inmobiliario, lo que puede ser un factor de vulnerabilidad en tiempos de crisis económicas o fluctuaciones en el mercado inmobiliario.
La EFF también muestra que los menores de 35 años han visto una disminución significativa en su renta desde 2020, perdiendo aproximadamente 2.600 euros. Esta reducción se suma a las dificultades ya existentes para este grupo de edad, que enfrenta mayores desafíos en el mercado laboral y en el acceso a la vivienda. La caída en la renta de los jóvenes es una preocupación importante, ya que puede tener implicaciones a largo plazo en su capacidad para formar hogares y acumular riqueza.