Más de la mitad de los ciudadanos en España destinan entre el 40% y el 60% de sus ingresos mensuales al pago del alquiler o la hipoteca, una proporción que subraya la creciente carga financiera que representa la vivienda en el país. Esta situación se refleja en los resultados de la segunda edición del ‘Financial Wellness Index’, desarrollado por Advantere School of Management para N26, y reportado por The Objective. El estudio revela un preocupante incremento en el porcentaje del presupuesto familiar absorbido por los costes de vivienda, evidenciando un aumento de más del 10% en el gasto de este concepto en comparación con el año anterior para un 26% de los encuestados.
Presión financiera en Cataluña y Madrid
La problemática del coste de la vivienda muestra variaciones regionales, con Cataluña y la Comunidad de Madrid situándose como las zonas más afectadas. En estas comunidades, se registra el mayor porcentaje de ciudadanos que dedican entre un 40% y un 60% de sus ingresos al pago de sus viviendas. En Cataluña, el 15% de los encuestados se encuentra en esta situación, mientras que en Madrid la cifra alcanza el 12%, según destaca The Objective. Este panorama refleja cómo las dinámicas del mercado inmobiliario en estas regiones ejercen una presión financiera significativa sobre los habitantes, restringiendo su capacidad económica para otros ámbitos de la vida cotidiana.
El estudio también apunta a una generalizada dificultad financiera más allá del gasto en vivienda, con un 85% de los participantes expresando enfrentarse a desafíos para cumplir con sus obligaciones y facturas mensuales. De hecho, más del 40% de los españoles indica que, tras cubrir el costo de la vivienda, no les resta suficiente dinero para atender necesidades básicas como alimentación, electricidad, agua o comunicaciones.
Ingresos inestables y dificultades financieras
Otra dimensión que agrava esta situación es la inestabilidad en los ingresos, pues un 36% de los encuestados percibe su fuente de ingresos como no recurrente o fiable, lo que incrementa la incertidumbre y la vulnerabilidad financiera. A nivel laboral, se destaca que un 56% de los individuos que agotan sus ingresos son trabajadores asalariados a tiempo completo, lo que pone de manifiesto la insuficiencia de los salarios actuales frente al coste de vida, como reporta The Objective.
La encuesta además revela que el cumplimiento de obligaciones financieras varía significativamente entre las distintas comunidades autónomas. En Cataluña y Madrid, un 15% y un 9% de los residentes, respectivamente, encuentran «un reto» el pago de sus facturas y compromisos de crédito. Además, un 10% de los ciudadanos en ambas comunidades enfrentan «mucha dificultad» en esta área, contraponiéndose a la Comunidad Valenciana donde solo un 4% experimenta estas severas dificultades financieras.
Este contexto dibuja un panorama económico en España donde el coste de la vivienda no solo absorbe una parte sustancial de los ingresos de los ciudadanos, sino que también contribuye a un ciclo de precariedad económica que afecta a otros aspectos esenciales de la vida. La creciente carga financiera asociada a la vivienda está generando presión sobre los presupuestos familiares, evidenciando la necesidad de abordar esta problemática a través de políticas que equilibren el mercado inmobiliario y mejoren la capacidad adquisitiva de los ciudadanos.