Las socimis, las sociedades de inversión inmobiliaria convertidas en principales actores del arreón inversor en España entre 2014 y 2015, cruzaron los dedos ante la incertidumbre política generada tras las elecciones del pasado 20 de diciembre de 2015, temiendo que esos cientos de activos adquiridos no ofrecieran los rendimientos esperados.
Nada más lejos de la realidad. De momento, no solo aguantan el tipo, sino que sus resultados -los correspondientes al primer trimestre de 2016- arrojan unos números, tanto de ingresos por rentas como de beneficios, que denotan que ese caos político en el que está inmerso España no se está notando en su negocio rentista.
Y es que las rentas por sus activos no solo no se han estancado, sino que su crecimiento está siendo vertiginoso, como consecuencia del aumento de sus carteras con nuevos activos y de que la ocupación de los inmuebles, con algunos altibajos, se mantiene entre el 85% y el 95%, y, además, ofreciendo rentabilidades medias en el entorno del 6%.
Salvo Axiare Patrimonioa, que solo pudo aumentar los ingresos un 38% en el primer trimestre de 2016-, las otras tres sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria -Merlin, Hispania y Lar- duplicaban con creces las rentas obtenidas respecto al año anterior.
No obstante, desde un punto de vista cuantitativo, su aportación resulta muy dispar debido al papel preponderante que, desde el principio tuvo Merlin, la sociedad presidida por Ismael Clemente.
Los 1.250 millones de euros de capital que captó en su salida a bolsa, en junio de 2014, fueron los mismos que, de forma conjunta, amasaron por entonces Hispania, Lar y Axiare. Una ratio que, dos años después, se mantiene, e incluso, en algún caso, se incrementa, a la vista de los números presentados por estas sociedades al cierre del primer trimestre de 2016.
La sociedad dirigida por Clemente ganaba entre enero y marzo 45 millones de euros, prácticamente el doble de los apenas 25 millones logrados conjuntamente por Hispania, Lar y Axiare, y representan prácticamente las ganancias que logró en todo el ejercicio 2015.
Que la incertidumbre política no está haciendo mella en el negocio de las socimis lo demuestra el hecho de que la actividad comercializadora en alquileres sigue a buen ritmo, y con clientes solventes, como ha podido comprobar Merlin con la llegada de Amazon o de Leroy Merlin a algunos de sus principales edificios.
Nuevos contratos de espacios que, además, se están cerrando a buenos precios. En el caso de Axiare, los últimos alquileres firmados han alcanzado niveles un 9% por encima de las rentas de mercado, y las renegociaciones pactadas lo han hecho a un precio un 16% superior al que tenían las rentas previas.