Con ocasión de la celebración del Día Mundial del Hábitat, el Ayuntamiento de Barcelona y ONU-Habitat han renovado el convenio de colaboración del Programa global de ciudades resilientes de Naciones Unidas, que permite mantener al Recinto Modernista de Santo Pablo la oficina que trabaja para crear y planificar ciudades más resilientes en el actual escenario de pandemia mundial por la Covid-19.
La firma del nuevo convenio se ha formalizado en un acto que ha tenido lugar esta tarde al Ayuntamiento y que ha contado con la participación del Director del programa de resiliencia urbana de ONU-Habitat, Esteban León, y de las tenientes de alcaldía Laia Bonet i Laura Pérez, por parte del Gobierno de la ciudad. También ha participado, en este caso vía streaming, la Directora Ejecutiva de ONU-Habitat, Maimmunah Moh Sharif.
El convenio, a cuatro años vista, arrecia la apuesta y la confianza de ONU-Habitat por Barcelona, la única ciudad del mundo que acoge un programa fuera de su sede central en Nairobi.
Acogiendo esta oficina, Barcelona se consolida como centro de fomento de la investigación en la planificación del urbanismo sostenible, la gobernanza urbana y la gestión de riesgos. Es reconocida internacionalmente y es líder en innovación urbana y transformación digital
Para el Ayuntamiento, la renovación del acuerdo permite mantener una relación estrecha con las Naciones Unidas, y posar el foco en la necesidad y la capacidad que tienen las ciudades de dar respuesta y recuperarse de una situación de crisis repentina como la que ha supuesto la Covid-19, con consecuencias sociales, económicas y sanitarias.
En este acuerdo, que se hace bajo el bajo el paraguas de la Agenda 2030, la resiliencia urbana no solo se aborda desde una perspectiva de recuperación económica o de transformación urbanística y ambiental sino también, y muy importante, de la resiliencia social para hacer frente a las desigualdades crecientes.
También para implementar acciones desde una perspectiva digital para lograr un modelo inclusivo que ayude a combatir la brecha digital y garantice la igualdad de derechos para todo el mundo.
«La pandemia ha supuesto una prueba de estrés que nos ha enseñado cuáles son los retos más importantes y más urgentes y como es debido acelerar la acción para lograr los objetivos de la Agenda 2030. Y esto implica que tenemos que construir ciudades más resilientes a nivel social, ecológico, urbanístico y digital», ha destacado la tercera teniente de alcaldía, Laia Bonet.
«Resiliencia quiere decir dar respuesta a la emergencia social que nos deja la crisis económica y sanitaria que sufrimos. Quiere decir también acelerar la transición ecológica y urbana hacia un modelo de movilidad y de espacio público más saludable y más democrático», ha dicho Bonet.
«Barcelona es ejemplo de políticas de resiliencia, tanto en la respuesta a la emergencia sanitaria y social como en proyectos de transformación social y urbana de largo plazo. Hoy damos un paso más, reforzando la cooperación internacional entre ciudades en materia de prevención y respuesta a las crisis, a través la Oficina de Resiliencia Urbana de UNHabitat», ha subrayado la Teniente de Alcaldía de Derechos Sociales, Justicia Global, Feminismos y LGTBI, Laura Pérez.
En palabras de la directora ejecutiva de la ONU-Habitat, Maimmunah Moh Sharif, «las ciudades tienen que estar mejor planificadas, dirigidas y financiadas a fin de mejorar la resiliencia y satisfacer las necesidades de la ciudadanía sin dejar nadie atrás. Tener ciudades como Barcelona, que lideran la innovación urbana y apoyan en otras ciudades, es una prueba evidente que el cambio es posible».
La colaboración entre Barcelona y ONU-Habitat en el marco de los próximos cuatro años es fundamental para llevar a cabo los proyectos de resiliencia urbana en funcionamiento de las Naciones Unidas, contribuir a la consecución de las agendas globales (Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible, la Nueva Agenda Urbana, el Acuerdo de París sobre el cambio climático y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres), compartir de manera global prácticas innovadoras de Barcelona y conectar la ciudad con iniciativas globales como por ejemplo «Desarrollando ciudades resilientes 2030» y el Foro Urbà Mundial.
Alianza desde el 2013 para construir resiliencia urbana
El programa de ONU-Habitat sobre resiliencia urbana y la ciudad de Barcelona han forjado relaciones durante los últimos siete años. Como resultado, el 2013 ONU-Habitado instituyó el Programa mundial de resiliencia urbana y el Urban Resilience Hub en el Recinto Modernista de San Pablo, en Barcelona.
La primera fase de colaboración se dedicó a desarrollar el perfil de resiliencia de Barcelona, recopilando datos y desarrollando cuatro líneas transversales de análisis: accesibilidad de la vivienda, acceso a los servicios básicos, riesgo de exclusión social y desigualdades de género. Esta diagnosis, junto con la estrategia de resiliencia de Barcelona, ha contribuido de manera relevante a la respuesta ante la crisis de la Covid-19 a escala local.
Barcelona es ahora una referencia para otros municipios y apoya en ciudades de países en vías de desarrollo (cooperación de ciudad a ciudad), como por ejemplo las ciudades de Maputo y Dakar, en el aumento de su capacidad para implementar acciones de resiliencia.
Los primeros años de colaboración han permitido propugnar ciudades más resistentes mediante la Semana de la Resiliencia de Barcelona, difundiendo metodologías, modelos y buenas prácticas de resiliencia y fomentando el intercambio de conocimiento entre ciudades y socios.
Este nuevo acuerdo ofrece la oportunidad de revisar los objetivos y centrarse en las realidades actuales: proporcionar experiencia técnica de alta calidad y soluciones innovadoras en ámbitos relacionados con la resiliencia urbana, así como facilitar el acceso a experiencias de campo, herramientas, conocimientos y metodologías actuales de desarrollo y formación de capacidades, con un enfoque especial en la respuesta y recuperación en cuanto a la covid-19.