Valladolid. Revival, el Programa de Alquiler de Viviendas promovido por la Consejería de Fomento de Castilla y León inició su andadura en 2006 de manera discreta, con tan sólo 38 contratos suscritos, pero las necesidades de liquidez de las familias tras desencadenarse la crisis ha provocado que cada vez sea mayor el número de propietarios que ofrece sus viviendas vacías para ser arrendadas. El pasado ejercicio se cerró con 770 contratos firmados, casi dos cada día, alcanzado un total de 1.850 los contratos de alquiler suscritos sobre viviendas vacías desde 2005.
Revival cuenta con el apoyo en su gestión de la empresa pública Promoción de Viviendas, Infraestructuras y Logística (PROVILSA), y tiene como objetivo potenciar el mercado del alquiler y facilitar al ciudadano el acceso a la vivienda. Los propietarios de viviendas disponibles formalizan con esta empresa contratos de puesta a disposición de sus viviendas durante un periodo de 5 años a cambio de una contraprestación económica. Además de los 770 contratos firmados con inquilinos, otros 661 propietarios han puesto a disposición de Provilsa sus viviendas en 2010.
El plazo podrá sufrir variación cuando no coincida este periodo con el periodo mínimo legal del arrendatario vigente y sus prórrogas obligatorias, o bien cuando el arrendatario de por finalizado su relación contractual con PROVILSA y ésta no consiga un nuevo inquilino en el plazo de tres meses. En este caso, transcurridos los tres meses sin inquilino, se devolverá la vivienda a sus propietarios. Durante estos tres meses de búsqueda de un nuevo inquilino, PROVILSA seguirá abonando a los propietarios el importe de la renta de la vivienda, sin incluir el importe de la Comunidad.
La contraprestación económica que reciben los propietarios de PROVILSA comprende dos conceptos que se abonan trimestralmente. Una renta máxima de 550 euros mensuales y los gastos de comunidad. Por su parte, los inquilinos formalizan con PROVILSA los contratos y abonan el importe de la renta y el importe de la comunidad, procurando que el importe de la renta no supere el 30% de los ingresos íntegros del inquilino, sumados los aportados por todos los miembros de la unidad familiar y/o personas que conviven con él.
El análisis de la demanda realizada demuestra que la crisis del mercado inmobiliario ha empujado hacia el alquiler a los propietarios de viviendas y pisos vacíos de las capitales de provincia, los municipios de áreas metropolitanas y ciudades de más de 20.000 habitantes.