Aragón ha incrementado un 45% el número de unidades de convivencia que se verán beneficiadas en 2016 con ayudas para pagar el alquiler de sus casas. Serán casi 4.900 familias las que contarán con este apoyo económico, por las apenas 3.400 que atendidas en 2015.
El incremento de las familias viene determinado por un aumento en un 22% de la partida destinada a la ayuda a inquilinos. Casi un millón de euros entre los 4,8 millones prestados en 2015 a los casi 5,8 millones de euros destinados durante el presente ejercicio.
En esta ocasión se han cambiado los criterios para, además de reconocer a la persona el derecho a percibir la ayuda, también lo hará porque cumplirá con criterios, como estar al corriente de pagos con la administración o hacer frente a la renta de alquiler.
En torno al 90% de las solicitudes que cumplen los requisitos recibirán la subvención. El 10% restante se queda fuera por falta de presupuesto y la valoración se desarrolla, fundamentalmente, en función de los ingresos que perciben.
A pesar de que el objetivo es llegar a cubrir a la totalidad de los solicitantes que cumplen los requisitos, los límites presupuestarios lo hacen inviable. Así, en 2015 se quedaron sin ayuda el 45% de las solicitudes que cumplían requisitos.
Con el cambio de perfil introducido se podrá atender a un tipo de familia normalizada que está atravesando un momento complicado, o gente joven que acaba de independizarse, o familias monomarentales y monoparentales. Unidades de convivencia que perciben unos ingresos mensuales de unos 700 u 800 euros, y que tienen que hacer frente a alquileres que suponen el 50% de sus ingresos.
Los beneficiarios de estas ayudas serán informados a finales de octubre y el pago se realizará de una sola vez y en el mes de diciembre. El plazo por el que se da la ayuda es de 9 meses, con un máximo del 40% de alquiler y un máximo total de 1.800 euros.
Los gastos de alquiler a los que tienen que hacer frente estas familias oscilan entre los 300 y 400 euros, así como que la ayuda alcanza unos 1.300 euros de media.
El rejuvenecimiento del perfil de quienes acceden a estas ayudas se percibe en que suelen ser personas jóvenes con pocas alternativas para acceder a una vivienda. En Zaragoza también son jóvenes o unidades familiares de uno o dos miembros y ha puesto como ejemplo que en mil de las solicitudes eran personas solas y otras mil de parejas con un hijo a su cargo.
En concreto, el 30% de las ayudas ha sido para personas de entre 40 y 49 años, el 34 con edades entre 30 y 39, el 15 para solicitantes de entre 50 y 60 años, el 13 % para unidades familiares de entre 20 y 29 años y el 8 % restante para mayores de 60 años.