Baleares. Con motivo del comienzo mañana jueves de la segunda edición de Firastock, el presidente de a Asociación de Promotores Inmobiliarios de Baleares, Gabriel Oliver, ha efectuado un repaso a la actual situación del mercado en el archipiélago, destacando el hecho de que el 15% de rebaja media registrado en las viviendas en los dos últimos es el máximo al que se puede llegar, salvo que lo que se pretenda sea la desaparición de más empresas. “Estamos vendiendo muy por debajo de costes, y ya hemos llegado al límite”, asegura Oliver.
Al ser preguntado por el hecho de que esa reducción sea muy inferior a la registrada en el resto de la Península, Gabriel Oliver, tras reconocer el asunto, comentó que las razones estriban en que el stock de viviendas nuevas en Baleares era muy inferior al del resto de España, y en que las entidades financieras se han quedado con muy pocas viviendas, con lo que “el mercado lo siguen manteniendo los promotores inmobiliarios”.
En esta situación, la nueva edición de Firastock ofrece a los clientes una oferta de 500 inmuebles, con precios de entre 120.000 y 400.000 euros, para tratar de seguir con la tendencia registrada en lo que va de año, que provocará que el stock se sitúe por debajo de las 3.900 unidades, al haberse vendido en torno a 4.000 y haber sido solo unas 2.000 las incorporadas al mercado.
Como consecuencia de esta buena marcha de las ventas, Oliver cree que en la segunda mitad del próximo año se estaría en una buena situación para iniciar la construcción de nuevas viviendas, aunque reconoció que “no depende de nosotros, sino de otros factores externos». En este sentido, remarcó que las entidades financieras deben dar crédito tanto a promotores como a los clientes que quieren comprar. También se refirió a la necesidad de que las instituciones públicas se impliquen más en la aprobación de planes municipales de urbanismo para acelerar la posterior concesión de licencias.
Oliver quiso recordar también el poco tiempo que queda para que finalice la desgravación fiscal por compra de vivienda, una rebaja que supondría un ahorro de unos 1.352 euros al año, según el presidente de los promotores de Baleares.