Con la venta de viviendas cada vez más difícil de lograr, ni siquiera con las rebajas que en muchas zonas se están produciendo, cualquier cosa es válida para animar a los compradores.
Aunque los vendedores no lo crean, la primera imagen que se tiene del producto disponible, a través de cualquier fotografía que se publique en un catálogo o en un portal inmobiliario en Internet, suele, en muchos casos, determinar que el interés por la vivienda se acreciente o, por el contrario, quede anulado.
En esa primera imagen es donde entra a funcionar las técnicas de marketing inmobiliario. Una de ellas, para el caso de viviendas vacías sin amueblar, está empezando a cosechar éxitos. Se trata de utilizar muebles de cartón para ambientar el hogar y que se venda más rápidamente. El concepto viene, como no, de Estados Unidos y está ganando cada vez más adeptos en España.
Vender una vivienda vacía es más complicado ya que es difícil para el potencial comprador hacerse una idea del espacio real que tiene. Una de las opciones para presentar mejor su vivienda puede ser utilizar este tipo de muebles que, además de económicos facilitan visualizar el tamaño potencial del inmueble. Se trata de una opción muy útil para pisos piloto o con una decoración demasiado antigua. Además, son fáciles de colocar y su distribución se puede modificar dependiendo del cliente.
Según un estudio realizado en Francia por una red de agencias inmobiliarios, que aplica estas técnicas del ‘home staging’, las viviendas que se someten a este tipo de prácticas se venden cuatro veces más rápido, en 35 días de media con respecto a los 130 días que se tarda en vender una casa sin la aplicación de estas técnicas.
Para mejorar el aspecto de un inmueble a la hora de ponerlo a la venta pasa por su despersonalización, de manera que se presente lo más neutro posible para atraer a un público más amplio.
Y claro, lo digan estas técnicas o no, resulta de sentido común que la casa esté limpia y ordenada, que las pequeñas imperfecciones arregladas, que la distribución sea perfecta para mostrar todas las posibilidades de la casa, destacar la luz y el espacio de la casa, y evitar, en esa neutralidad por la que se aboga, que se retiren de las paredes fotos personales del antiguo propietario.