Los dos meses que ha estado abierto la compra colectiva de biomasa, a través de una iniciativa impulsada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), se han saldado con un buen éxito, con más de 2.100 personas unidas al proyecto.
Se trata de una oferta enmarcada en el programa europeo CLEAR, que busca fomentar la promoción de la eficiencia energética entre los consumidores. Cerrada la adhesión a las compras, será ahora la OCU la que se encargue de tratar de conseguir los mejores precios del pellet, el producto cilíndrico que se obtiene tras triturar y prensar restos agrícolas, forestales y cultivos energéticos.
Las compañías que decidan participar en la compra colectiva irán recibiendo información general y de forma agregada sobre el número de inscritos y los perfiles de consumo para poder ajustar mejor su oferta.
Unos días después de haber recibido las ofertas finales por parte de todas las compañías participantes y tras calcular los posibles ahorros, la OCU procederá a comunicar los ahorros personalizados para que aquellos inscritos que les interese la oferta puedan empezar a comprar.
En los últimos años, el crecimiento del consumo de pellets está siendo exponencial debido a la instalación de cerca de 140.000 estufas y calderas de biomasa, energía que permite ahorrar hasta el 45% en la factura respecto al uso de combustibles fósiles, además de eliminar las emisiones de CO2.
Las ventajas de la biomasa aplicada como método de calefacción pasan principalmente por su fácil instalación y por su reducido coste, además de lo rápido que se amortiza la inversión. Una estufa de pellets de 7,5 kW, suficiente para calentar una estancia de hasta 60 metros que funcione unas cinco horas al día, supone aproximadamente un 35% de ahorro respecto a una estufa similar alimentada por gasoil.
La OCU ha analizado varias estufas de pellets, el equivalente moderno a una estufa tradicional de leña, y ha comprobado sus ventajas. Una resistencia eléctrica que facilita el encendido y la quema automatizada, un termostato regulable para controlar la temperatura, o un ventilador para acelerar la difusión del calor por la habitación.
Además, se ha analizado el coste de los pellets. Un saco de 15 kilos de este biocombustible cuesta unos 5,40 euros, mientras que un litro de gasóleo cuesta cuatro veces más que un kilo de pellet.