Madrid. Hay temas que parecen nacer con la maldición del reiteramiento. Algunas cosas parecen ser ejemplos del eterno retorno a la actualidad de su presencia, como una mala conciencia que nos trajese, al menos, incómodos recuerdos. En este caso vuelve a nosotros, en estas últimas semanas, la idea del cambio de modelo productivo como solución a la crisis inmobiliaria.
Y sobre esa idea es la que queremos apuntar:
a) La extraña unanimidad que despierta. Parece que ese asunto fuese de naturaleza axiomática: una verdad que se acepta sin discusión ni reflexión. Es así que estamos en crisis, pues la culpa es del modelo anterior y lo que hay que hacer es sustituirlo por un nuevo modelo. Punto y cierre.
Uno no entiende bien cómo un modelo que podía satisfacer cualquier demanda inmobiliaria casi en cualquier sitio y que proporcionaba lo que se le pedía con razonables tasas de eficiencia tenga ser cambiado. ¿No será que el problema no estaba en el modelo –en el sistema de producción- y sí en el uso que del modelo se hacía? Que no es lo mismo, claro. Y hay muchos casos en lo que esto es evidente: la Planificación urbanística no es en principio una fuente de problemas sino de oportunidades y de desarrollo económico, son sus usuarios los que al aplicarlo torcidamente, logran de todo: maravillas y monstruosidades urbanísticas; con el sistema de Construcción habitual en nuestro país pueden lograse también, cosas muy diferentes y opuestas; la Promoción de inmuebles puede estar ajustada o no a la demanda, no es culpa pues de las técnicas de Promoción si se consiguen engendros varios sino de sus utilizadores –algunos promotores, políticos e influenciadotes varios-; la Intermediación puede ser un gozo o un tormento, depende de los intermediarios y con el Mantenimiento o Postventa puede ocurrir lo mismo. Así pues no es distinto conocimiento, capacidad, técnica ni modelo, lo que necesitamos en el Sector inmobiliario sino un conjunto de instrucciones de manejo del mismo más racionales.
b) Casi nunca se va más allá de la expresión de ese concepto. Dicen: hace falta un cambio en el modelo productivo y ya casi no dicen nada más. Hay que disminuir la importancia del Sector Inmobiliario en el PIB y aumentar la inversión de capital en otras áreas –continúan- Y uno piensa: ¡venga, más detalle, más ideas, más procedimientos! ¡Contadnos cómo va a hacerse eso, tan perturbador y deseable!… No recuerdo que haya muchas voces que expliquen además, cómo sugieren que sea concretamente y con una cierta extensión ese cambio.
c) Se da por supuesto que en la Inmobiliaria hace falta UN cambio de modelo sin distinguir que en la Inmobiliaria hay procesos muy diferentes: Planeamiento, Promoción, Construcción, Urbanización , Obra Civil, Comercialización y Mantenimiento y Explotación, que necesitarían -caso de que se justificase su necesidad- un modelo diferente para cada subsector.
d) Las menciones a la necesidad de un cambio o, mejor, de cambio, se prolongan en el tiempo sin que parezca haber nadie que abandere esta iniciativa para continuar en el desarrollo de esa idea de cambio de modelo. De hecho no parece que haya nadie no ya dirigiendo ese cambio sino tampoco en la defensa del Sector.
Ni los “lobbies” existentes actualmente en el Sector, parecen haber tenido éxito en ninguna iniciativa sobre este hecho. Mas que “ lobbies” parecen lobitos cuyos débiles e ineficaces “balidos” los asemejan más a corderos silenciosos que a perros de presa.
¿Quién defiende al Sector inmobiliario? Pues, que yo conozca, eficazmente, nadie. ¿Qué usted cree lo contrario? Pues bien recordemos juntos la que se organizó hace un año y algo, en Barcelona con su alcalde al frente de la manifestación, al conocerse el simple anuncio de una reducción de empleo que iba a afectar a 2.000 empleados del sector automovilístico en esa ciudad. Y bien al contrario… ¿cuántos empleos y empresas hemos perdido en el Sector Inmobiliario y en los sectores relacionados –colaterales- del mismo? No quiero hacer sangre pero seguro que más de 2.000 ¿verdad? ¿Cuatrocientos mil empleos, quizás? ¿Cien mil empresas? A efectos de probar mi tesis el número exacto de unos y otros es irrelevante, pero el hecho es que de una destrucción tan brutal de empleo y de empresas apenas se ha conseguido una mínima reacción. ¿Ha habido alguna manifestación de los cientos de miles de los afectados? ¿Han existido campañas de comunicación en defensa del colectivo? ¿Ha habido algún tipo de respuesta eficaz tras los continuados insultos o burlas sobre el Sector Inmobiliario? ¿Dónde están los paladines que deberían haberlo defendido? ¿Por dónde vagan –con el esplín disparado, sin duda- los antiguos Señores del Ladrillo? ¿Dónde las asociaciones que ¿defienden? a sus asociados? ¿Dónde los “bloggers” que se indignan –sólos o en compañía de otros- en blogs inmobiliarios que sólo leen sus cuatro adeptos?
… ¿a que ahora ya no tiene tan claro que el Sector tenga unos representantes que lo defiendan si no con gallardía, sí al menos con eficacia?
Finalmente, en mi opinión es necesario y urgente plantear la discusión, no del cambio del modelo productivo sino de los cambios en el modelo productivo actual para hacerlo mejor, más eficaz y adaptable a la demanda que haya en cada momento. No hay que cambiar pues de motor sino cambiar el régimen de funcionamiento del actual. Y esto debe de pasar de la simple exposición de deseos, por muy reiterativamente que estos aparezcan de tiempo en tiempo, ir más allá y ser concretados en propuestas eficaces. Así podremos cambiar y mejorar ya que en caso contrario, si no lo hacemos pronto y nos quedamos donde estamos, los deseos de cambio volverán de nuevo, dentro de otro poco tiempo, demostrándose así la impotencia de sus afectados y silenciosos corderos inmobiliarios.