Tras la experiencia que se puso en marcha en 2015 en Rekalde, el barrio de Otxarkoaga-Txurdinaga se suma ahora al proyecto de huertos ecológicos urbanos municipales de la ciudad. En esta ocasión serán 56 nuevos terrenos, los ofrecidos por el Ayuntamiento de Bilbao, para cultivar ubicados en la trasera del Centro Formativo Otxarkoaga.
Esta iniciativa permite a la vecindad disponer de un espacio público para cultivar la tierra de manera ecológica y para su consumo personal y, además, es una forma de crear pequeños espacios estratégicos de la naturaleza para desarrollar campañas de educación ambiental.
Estas huertas que se plantean también, como una forma de promover actividades lúdico-educativas, están dirigidas a personas de todas las edades. Sirven además, para promover el medio natural y son una alternativa cultural y de ocio activo que fomenta el desarrollo sostenible.
Las 56 parcelas, de una extensión de 40 metros cuadrados cada una (unos 2.400 metros cuadrados), se adjudicarán en distintos lotes a colectivos identificados como prioritarios por el Ayuntamiento.
Serán explotadas, individualmente o en grupo, por vecinos y vecinas del barrio y está previsto que se distribuyan de la siguiente manera: De la parcela 1 a la 36 serán para vecinos y vecinas del barrio que podrán presentarse de manera individual o en grupo; las siguientes diez parcelas, de la 37 a la 47, serán cultivadas por personas desempleadas de larga duración de Otxarkoaga y Txurdinaga.
Otros tres huertos (las parcelas de la 48 a la 50) serán explotados por personas o asociaciones de personas con algún tipo de discapacidad; y el cultivo de las parcelas número 51 a la 55 se destinarán a asociaciones sin ánimo de lucro de Bilbao, siempre y cuando estén debidamente registradas en el Registro Municipal de Asociaciones. La parcela 56 se reserva para el Ayuntamiento de Bilbao, para su utilización en actividades previstas en la Agenda 21 Escolar.
La adjudicación de los huertos urbanos tiene un plazo de dos años, prorrogable por uno más. La utilización de la parcela es gratuita, aunque las personas adjudicatarias deben colaborar en el mantenimiento y cuidado del espacio.
Los productos cultivados en las huertas urbanas están destinados al autoconsumo y no podrán ser vendidos a terceros, en línea con la filosofía que guía a este tipo de huertos urbanos. El cultivo de estas huertas urbanas sirve también para concienciar de la importancia de una alimentación sana para el mantenimiento de una buena salud.