El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado el último trámite del proceso jurídico y administrativo para crear la comercializadora pública de energía eléctrica, que se llamará ‘Barcelona Energia’.
La creación de la comercializadora eléctrica es fruto de un gran acuerdo de ciudad y ejemplariza el liderazgo público y metropolitano que el Gobierno quiere impulsar. Barcelona Energia será una empresa municipal de confianza, que estará comprometida con la Ley 24/2015 y con la lucha contra la pobreza energética.
Se estima que el paso de todo el suministro eléctrico de la Administración municipal a Barcelona Energia supondrá un ahorro de 500.000 euros. Sse trata de la eléctrica cien por cien pública más grande del Estado, que ofrecerá una energía de proximidad y cien por cien renovable y que, como no tendrá el objetivo de maximizar sus beneficios, velará por que los ciudadanos que se le adhieran paguen el mínimo indispensable.
En una primera fase, a finales del 2018, se podrá abastacer hasta a 20.000 hogares, una cifra que corresponde al 20 % del volumen de negocio que las empresas públicas pueden suministrar a particulares de acuerdo con la ley. Esta cifra se irá incrementando a medida que Barcelona Energia aumente el volumen de negocio; además, la nueva comercializadora suministrará electricidad a otras empresas públicas como Barcelona Serveis Municipales o Transportes Metropolitanos de Barcelona.
La empresa pública también permitirá fomentar que la ciudadanía genere energía y garantizar a los barceloneses la compra de los excedentes, además de acompañarlos y asesorarlos en todo el proceso para optimizar tanto el ahorro como la eficiencia de sus instalaciones.
Barcelona Energia nace como una proveedora de servicios energéticos integrales, sobre la base de la empresa pública Tratamiento y Selección de Residuos, SA (Tersa), que añadirá a su actividad actual de valorización energética de residuos la de comercialización de energía.
El Grupo Municipal Demócrata (GMD) ha reivindicado que la gestación de esta iniciativa se produjo en el mandato anterior, y ha destacado que la nueva empresa permitirá que Barcelona sea una ciudad puntera en materia energética. Ciutadans cree que puede ser una buena herramienta para impulsar el modelo de autoconsumo de energía en la ciudad, y ha pedido al Gobierno que la utilice bien, rigurosamente y sin demagogias.
Para el grupo municipal de ERC, el nuevo operador municipal es «clave para impulsar una política energética propia que cubra el conjunto energético del Ayuntamiento», y también para poder comercializar a terceros. El PP ha relativizado que la creación de esta nueva empresa municipal tenga incidencia en el precio de la electricidad y a la hora de combatir con eficacia la pobreza energética. Por su parte, la CUP – Capgirem Barcelona ha reclamado que se trabaje para disponer de la colaboración de otras empresas existentes en el mercado que están lejos de los grandes operadores de energía.